Niño de Elche: "Sería un honor colaborar con Chimo Bayo"
Hablamos con Paco Contreras de su libro 'No comparto los postres' y, entre medias, se nos cuelan las disputas de Podemos, la ruta del bakalao, Miguel Poveda, Francis Bacon y... ¡hasta Neymar!
Madrid
Niño de Elche descoloca porque empezó siendo cantaor de flamenco, pero luego ha coqueteado con el indie, el kraut o la performance escénica. Participó activamente en el 15-M, se ha presentado a concursos de cante con letras del rapero Nach y ha experimentado cantando con la boca llena de bolas. También cita al pintor Francis Bacon como una de sus grandes influencias y asegura que la poesía es su mayor afición, pero no le gusta que le etiqueten ni que le llamen transgresor. Su disco Voces del extremo fue elegido como el mejor de 2015 por los Periodistas Asociados Musicales (PAM) y, justo antes de volver a publicar nuevas canciones, mezcla recuerdos y reflexiones en No comparto los postres (Bandaàparte).
Entrevista a Niño de Elche
25:00
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Hablas mucho de tu casa y de tu infancia, pero no tenemos muy claro si la niñez del Niño de Elche fue feliz...
Yo tampoco tengo lo tengo claro [risas]. No es un concepto global, no se puede tildar con una palabra tal complejidad de tiempo como puede ser la infancia, y esa cosa de la felicidad y la tristeza va por momentos. Hubo de todo, claro. Lo más negativo de mi infancia, haciendo una metáfora con los colores, es que fue un poco gris. Pero no tanto por las relaciones familiares como por el contexto sociopolítico en el que se fraguaron: una ciudad como Elche, industrial, en decadencia, familia baja, barrio periférico…
- TRANS
La libertad es un concepto que está muy presente en el libro. ¿Ya la has conseguido o sigue buscándola?
La libertad no se consigue nunca en su totalidad. Es un faro que hace que te muevas hacia determinados espacios. El maestro Escohotado dice que a él le sirvió “como antídoto frente el miedo” y yo me siento muy reflejado en esa frase. Estas pequeñas dosis de libertad que yo he podido alcanzar siempre han sido de una forma curativa y de proceso para superar miedos.
En la imaginación somos 100 % libres. Si pudieras, ¿te cambiarías por Miguel Poveda?
¡No, no, no! Le conozco y le admiro como cantaor, pero no me cambiaría por él.
Siempre dices que "el flamenco es un mundo imposible de renovar". ¿Tú crees que lo estás renovando?
No es un análisis que me pertenezca. Lo único que te puedo decir es que mi actitud no es esa. Yo no soy quién para renovar una cosa que se llama flamenco, que es algo muy grandilocuente. En todo caso mi intención es renovarme minuto a minuto yo mismo.
- CONVEXACIONES 1
En el libro cuentas que te gustaba escuchar flamenco, a cantautores tipo Paco Ibáñez y a grupos como Ramstein. ¿Te sigue gustando esa variedad?
Sí. Paco Ibáñez también pertenece a mi piel, marca una época de mi vida muy importante, y Ramstein, que abrieron una puerta a sonidos y a utilizar textos de una nueva forma. Ya les escucho menos, ahora lo que más escucho es electrónica y la música ambient.
O sea, que a lo mejor tiras hacia eso...
Ya he trabajado algunas cosas con la música electrónica, los espectáculos que hice en Sónar o con David Cordero pero sí me gustaría experimentar mucho más y que hubiera un trabajo solo de electrónica.
¿Con cuál de estos artistas te gustaría colaborar? A) Los Planetas B) Miguel Poveda C) Soleá Morente D) Die Antwoord E) Chimo Bayo F) Todas son correctas.
¡Chimo Bayo, sin duda! Sería un honor y tal vez se pueda hacer.
¿Te sientes heredero de los ruteros del Bakalao?
Algo quedó en mi ADN, al vivir por aquí… Yo no viví aquella época, pero pertenecen a mi imaginario musical.
¿Volverías a dejarte patrocinar un disco por una marca de calzado, como ya hiciste con Pikolinos?
Sí, claro. Yo siempre voy vestido de Nike…
Sería curioso verte en un anuncio con Neymar
[Risas] No estaría nada mal. Creo que sería lo más transgresor que podría hacer en mi vida.
En tu libro hay muchos zapatos y mucho de Francis Bacon, que ha tenido una influencia muy clara en tu vida ¿en qué sentido?
Yo a Francis Bacon le conocí por un pequeño anuncio al final de un telediario cuando trajeron la exposición del centenario al Museo del Prado. Me fascinó tanto que me cogí un billete de Elche a Madrid para ver aquello. Entré en el museo sin saber quién era Francis Bacon y salí también sin saber quién era. Lo que sí sabía es que esa forma de expresión iba muy acorde con mis necesidades de aquel momento y cuando llegué a Sevilla lo hablé con Bulos y Tanguerías y les propuse que tenía la necesidad de hacer algo con esa figura. Surgieron muchas conexiones y ayer mismo, por ejemplo, volví a hacer el espectáculo de Vaconbacon. Después de siete años, ahora mi lectura es un poco diferente, claro, pero sigue habiendo un montón de restos. Cualquiera que se acerque a mi forma de cantar, para entender todo lo que hago necesita ver ese espectáculo para saber los porqués de muchas cosas.
Como en tus canciones, eres muy crítico con la política y, curiosamente, eres más crítico con la izquierda con la que te reconoces...
Bueno, yo ya no sé si me reconozco más con la izquierda porque muchas veces no sabemos qué es la izquierda. En la adolescencia estuve en el movimiento comunista, después vi mucho más iguales en actitud más que en ideología al mundo libertario y después uno va aprendiendo y va superando prejuicios y va configurando una idea política que va más allá de ideologías. La parte de política que hay en el libro es bastante irónica y ácida ante los partidos que se consideran de izquierda porque la derecha y el conservadurismo ya sabemos cómo respira.
Te implicaste mucho en el 15-M. Cuando ves la disputa Iglesias-Errejón ¿piensas Que os follen?
Puede estar cercano a eso sí. No con la misma intensidad con la que lo pueda decir para la gente del PP, que no es la derecha solamente. Eso ya no pertenece tanto a Iglesias o Errejón sino que pertenece a las formas de funcionamiento de un partido político español, la partitocracia que se llama. Cuando entras a ese juego es un poco de ignorancia el pensar que vas a poder superar ese sistema para sobrevivir en la jungla. Pero bueno, también está la ilusión. Lo que pasa es que esa ilusión que creó el 15M, la juegan según sus intereses. La perversión del lenguaje está muy presente siempre en estos procesos y a mí es lo que me enfada un poco. Yo recuerdo que Chesús Yuste me decía: “En un Parlamento, a lo máximo que puedes aspirar es a hacer socialdemocracia”, y hacer socialdemocracia hoy es la muerte políticamente hablando.
Te veo de político dentro de unos años...
[Risas] Espero que no. Tengo amigos políticos y veo sus vidas y me parece bastante esquizofrénico, yo prefiero traducirlo a prácticas artísticas. Ahora sí, dentro de 10 años, quién sabe…
Hemos leído que, desde que te propusieron este libro, escribes a menudo… ¿habrá más libros de Niño de Elche?
Pues yo espero que sí. La verdad es que estoy escribiendo bastante de muchas cosas, siempre desde una perspectiva que este muy relacionado conmigo desde un punto de vista muy íntimo. Cuando tenga cosas, les paso a mis amigos poetas y escritores y me dicen qué tal. Es lo que he hecho con este disco.
¿Y para cuándo próximo disco?
El 17 de febrero presentamos en el Círculo de Bellas Artes el disco que he hecho junto a Toundra, 'Esquirla, para quienes aún viven', y el próximo disco como Niño de Elche lo estamos ya grabando y espero que salga a febrero o marzo del año que viene.