Maldito cáncer

Madrid

En la lista de las palabras más odiosas –y más odiadas- del mundo, seguro que “cáncer” tiene que aparecer muy arriba, muchísimo. La muerte de Bimba Bosé, por ejemplo, ha sido el último aldabonazo mediático, el enésimo recordatorio de que esta puñetera enfermedad es una indeseada compañía de la que prácticamente todos podemos contar historias personales; más o menos cercanas, más o menos dolorosas.

Y quizás por eso deberíamos prestar mucha atención a los datos que ha publicado hoy la Sociedad Española de Oncología Médica: los casos de cáncer han aumentado en España y estamos ya en las cifras previstas para 2020, a razón de casi 700 nuevos casos cada día. La parte positiva de esos datos es que aumenta la esperanza de vida de los enfermos; cáncer ya hace tiempo que dejó de ser sinónimo de muerte. La parte negativa es que eso se debe, fundamentalmente, a los avances relacionados con el cáncer de mama y de colon; en el resto, esos avances son más discretos.

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Sin embargo lo más importante, lo que a mí personalmente me parece más relevante de ese informe, es constatar que el cáncer tiene una parte aleatoria, sí, de tipo genético, biológico...pero que también está en nuestra mano reducir las posibilidades de sufrirlo. No sólo con la prevención, sino teniendo en cuenta cuatro factores de riesgo fundamentales, que son: tabaco, alcohol, obesidad y sedentarismo.

Creo que sería del género tonto ignorar esas recomendaciones, no sólo por cómo puede afectar a nuestra salud sino por el sufrimiento que genera el cáncer a su alrededor. Estoy seguro que, por desgracia, muchos oyentes saben perfectamente de qué les estoy hablando.