Cinco claves para entender los Oscar
¿Será el año más político? ¿Arrasará La La Land? ¿Será el año de los negros? ¿Qué ha pasado con los latinos? ¿Dónde está Scorsese? ¿Será una gala aburrida? Respondemos a todas las preguntas de los Oscar 2017
1.- ¿Luz u oscuridad?
Madrid
El triunfo de La La Land en los Globos de Oro y en el resto de premios, hace presagiar que será la noche del colorido musical de Damien Chazelle. La cinta, protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling, podría considerarse la primera película postcrisis en una América donde la realidad está siendo tan amarga que, quizá, la música y la evasión de este musical sobre los sueños hayan logrado emocionar a un público cansado de ver dramas sociales disfrazados de wéstern, Comanchería, o dramas de un pasado no solucionado como Moonlight. Por no hablar de El nacimiento de una nación, que ni siquiera ha estado nominada. Sin embargo, no nos dejemos llevar por el optimismo a medias de La La Land, la película propone una idea del éxito que puede resultar perversa en estos tiempos en los que el sueño americano está hecho añicos y defiende un individualismo que puede, incluso, con el amor.
2.- El año con más nominados negros, pero ¿ganarán?
Los negros apenas habían accedido a los mecanismos de Hollywood para contar su historia y esta siempre había sido relatada por los blancos. Sin embargo, este año son muchas historias donde el otro no es el negro y donde sus anhelos, preocupaciones e injusticias quedan expuestas ante la gran pantalla con distintos géneros y distintos resultados. En el que, parece, será el año de La La Land, hay dos historias de temática negra y protagonizadas casi exclusivamente por actores afroamericanos están en la reñida categoría de mejor película. Son Moonlight, el retrato de Barry Jenkins sobre los suburbios en el Miami de los 80 que ejemplifica el fracaso de las políticas demócratas, entre ellas las de Obama, y Figuras ocultas, una dramedia que homenajea a las mujeres negras que trabajaron en la NASA en los años 60, que no ofende , pero escandaliza. Además, en las categorías interpretativas se han colado Ruth Nega, por Loving, drama que retrata las penurias del primer matrimonio mestizo, o Fences, sobre la desesperación y desencanto de una familia negra en los años 50, con Viola Davis y Dnezel Washinton.
3.- Trump, ¿el nombre más mencionado?
Después del discurso de Meryl Streep en los Globos de Oro y toda la ristra de comentarios que suscitó entre los votantes de Trump y por parte del mismo presidente de Estados Unidos, se espera cierta respuesta al odio que Trump ha mostrado hacia Hollywood. Por si fuera poco, muchas mujeres, actrices y directoras participaron activamente en la marcha de las mujeres contra Trump y, desde que el nuevo gobierno modificó la política migratoria, han sido muchas las estrellas que han protestado en las galas de premios previas a los Oscar, como los actores de Stranger things. Una ley que ha hecho que uno de los nominados, el cineasta iraní Asghar Farhadi, no vaya a acudir a la ceremonia en la que compite con El viajante, en mejor película en lengua extranjera.
4.- La industria se renueva... de aquella manera
Los Oscar parecen haber dado la espalda a las cintas de industrias. Las películas más taquilleras no han llegado a los premios. No está Rogue One, un gran éxito en la taquilla estadounidense, ni The Passengers, ni cintas que siempre funcionan, en taquilla y en los premios como Sully de Clint Eastwood.
5.- Los hispanos desaparecen
Es curioso cómo El nacimiento de una nación se ha quedado fuera de los Oscar, probablemente, por su interpelación directa al mismo Hollywood, que ensalzó la cinta homónima de Griffith de 1915 y que ahora Nat Parker propone desmontar. Y es curioso también como un aparente biopic de un personaje tan americano y atractivo como Jackie Kennedy, la esposa de JFK, uno de los presidentes más queridos del país, se haya conformado con solo estar nominado en dos categorías, mejor actriz para Natalie Portman y mejor vestuario. Jackie es la cinta de Pablo Larraín, director chileno que, poco a poco, ha ido entrando en el cine norteamericano, aunque no acabe de ser adoptado como otros directores Latinos, Iñárritu o Cuarón. Larraín lo tiene más difícil porque conserva su mirada crítica hacia Estados Unidos. En Jackie es un cineasta del sur el que ahonda en los aspectos más oscuros de un mito cultural y político de USA. Y eso, como las acusaciones de Nat Parker, no gusta en Hollywood. Además del director chileno, pocos nombres hispanos, salvo Rodrigo Prieto, mexicano nominado a mejor fotografía por Silencio, o nuestro cortometrajista Juanjo Giménez, nominado por Timecode.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...