Nudozurdo: lo angustioso es bello
El nuevo disco de la banda madrileña le pone banda sonora indie rock a la decadencia de la sociedad europea
Entrevista a Nudozurdo
19:07
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Madrid
Nudozurdo es una de las bandas que más y mejor trabaja el dolor y la oscuridad. La primera frase de Voyeur amateur, la canción que da nombre a su último disco, ya es todo un puñetazo de frustración: "Enciendo la radio y todo lo que puedo escuchar son grupos que huelen a dinero y poco más". Pero su quejido va mucho más allá: "El secreto oscuro de Monsanto llegará. Expertos troceadores de pastillas en Callao. Hay una bloguera enferma en los baños del Primark"...
Leo Mateos, la angustiosa y bella voz de Nudozurdo, reconoce que en esa canción hay algo de crónica de la decadencia y también un toque de atención, pero reivindica una lectura hacia dentro de "lo que nos está pasando" con la voracidad del consumo. "Hay una especie de rivalidad absurda entre tiendas para ver quién la tiene más grande", dice. "¡Y me sorprendieron las colas del Primark! Normalmente hacemos cola para conciertos o para cosas que molan. La gente se ha vuelto loca".
El músico madrileño, que además de cantar y tocar la guitarra es quien escribe las letras, cree que hay fijarse en "qué consumimos y a qué precio" porque, aunque parezca que todo es muy barato, "el viaje es de ida y vuelta y puede acabar abaratando también tu vida, tu trabajo y tus cosas".
Pero no es muy partidario de diseccionar las letras. Al preguntarle por Beso co-rector, en la que canta que resisitrá "como miembro del lobby de la carne español", explica que se trata de un collage de conceptos de los que a él le gustan y que, al menos en su cabeza, "tiene sentido". Lo que no requiere tanta explicación es el solo de guitarra con el que cierran el tema. Uno de los más brillantes de su carrera y, sin duda, fiel reflejo de la evolución del sonido de la banda.
En Mushroom Pillow, su nueva discográfica, creen que Nudozurdo está a punto de explotar y que Voyeur Amateur va a ser "un pepino sin discusión" que triunfará en "los mismos escenarios recorridos por El Columpio Asesino o León Benavente". Pero lo cierto es que la banda reivindica su propio espacio y, para seguir buscándolo, ha contado por primera vez con un productor externo: Ricky Falkner.
El resultado, aparentemente, no es muy distinto al de su anteriores trabajos, pero todos los componentes del grupo se muestran complacidos porque su objetivo era dar con un productor que entendiera y potenciara el sonido de Nudozurdo, y así es exactamente como suena el disco: una colección de canciones en las que guitarra, bajo y batería se trenzan sin prisa pero sin pausa y con el apoyo puntual de sintetizadores (mucho menos que en Rojo es peligro) o arreglos de cuerdas.
Jaula de oro y Bondage Belcanto ("espejos oscuros y quietos no quieren reflejar") son dos buenos ejemplos del sonido indie rock con el que querían reecontrarse, pero a Nudozurdo, tradicionalmente, también se le han dado muy bien los temas lentos. Canciones como Adaptación coral o, sobre todo, Úrsula en casa hay nieve, están pidiendo a gritos que el público de sus conciertos salga de casa con mechero. Y a los amantes del apoteosis con distorsión les encantará La ruta de los Balcanes, en la que, por cierto, también retratan nuestro entorno: "Europa brilla sin corazón".
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...