Fuego y chinchetas
Musica | Ocio y cultura

Joan Miquel Oliver, con un ojo puesto en 'Atlantis' y el otro en Palma de Mallorca

El excomponente de Antònia Font actualiza la banda sonora de sus paseos por el espacio o por el fondo del mar, pero a la vez recrudece más que nunca su crítica a los excesos del turismo y lamenta los ataques a la libertad de expresión

Entrevista a Joan Miquel Oliver

Entrevista a Joan Miquel Oliver

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Madrid

Atlantis (Sony Music, 2017) es un paseo electropop por el fondo del mar. Un paraje por el que seguramente aún se mueve Bamboo, el tiburoncito al que conocimos a bordo del Batiskafo Katiuscas. Y en la superficie, con total seguridad, sigue habiendo Surfistes en càmara lenta. A Joan Miquel Oliver, excomponente de Antònia Font, no le importa reconocer que intenta hacer el mismo disco una y otra vez: "Tengo la sensación de que siempre estoy hablando de lo mismo, de mis temas. ¡Yo soy del Mediterráneo! Miro por la ventana, veo lo que hay y, al final, termino recreando siempre el mismo mundo. Pero la verdad es que da mucho de sí"...

Joan Miquel Oliver.

Joan Miquel Oliver. / C. G. CANO

Según ha contado, su nuevo disco en solitario es la segunda parte de una trilogía: "Según he contado, ¡tú lo has dicho! Porque no tiene mucha pinta de que en realidad sea algo así [Risas]... En realidad es el juego que llevamos con Albert Pinya, que es el pintor que ha hecho las ilustraciones de Pegasus y de Atlantis. Él escuchó el disco y me dijo que le parecía muy continuista. Como un Pegasus aumentado y corregido. Me dijo que iba a seguir con la misma línea, y le dije que vale, pero que no podían ser dos discos: tenían que ser tres: la tesis, la antítesis y la síntesis".

Tras toda esta retórica se esconde una nueva colección de pequeñas joyas de dos o tres minutos repletos de poesía, de sentido del humor y de personajes tan curiosos como un relojero al que no le acaba de gustar lateoría de la relatividad (Rumba del temps), un niño que se pregunta si vendrán a buscarle al cole (Nins a tobogans) o unos payeses mallorquines que flotan (Agricultor ingràvids).

Personajes que, a veces, en los videoclips, encarna él mismo: "¡Me encanta disfrazarme! Salir a cantar da un poco de miedo, pero en el escenario te pones una máscara y no eres tú sino un cantante. Ya me he disfrazado de Blancanieves o de submarinista, y cuando salgo a cantar lo hago con un kimono de karateka".

Pero aunque los mundos que suele recrear en los discos están llenos de astronautas o animales submarinos, Joan Miquel Oliver habla cada vez más y más claro de su mundo del día a día. En Posidònia, por ejemplo, describe una Mallorca plagada de turistas con ganas de desestresarse en la que los habitantes de la isla son como animalitos de un zoo. Y no dice solo eso: "Si tingués una metralladora per dir-ho" [Si tuviera una ametralladora para decirlo]...

"En los últimos tres o cuatro años se ha multiplicado a saco el número de turistas y ya están entrando en Palma, donde nunca habían entrado. Posidònia habla de una situación idílica en una playa. Estás con tu pareja y, de repente, tres autocares de guiris que empeizan a hacer fotos y montoncitos de piedras para quitarse el estrés. ¡Es como si Mallorca fuera un zoo! Pagan la entrada y los mallorquines somos los animalitos que salen en las fotos", explica indignado.

"¡Y no te lo digo de cachondeo! Tú estás tomándote algo en un bar o en una terraza y sales de fondo en sus fotos. ¿¡Pero esto qué es!? La tienda donde compras desaparece, la droguería desaparece, la ferretería desaparece... ¡Desaparece todo! Y ya solo hay tiendas de bolsos, de zapatos y heladerías. Y eso por no hablar del precio del alquiler, ¡que se ha puesto imposible! En 2006 teníamos a los guiris en sitios muy concretos que eran sus parques temáticos y no salían de allí. Pero la situación ha cambiado mucho", lamenta el exintegrante de Antònia Font. Ahora aparece que la opinión de los mallorquines no cuente para nada".

Joan Miquel Oliver lamenta que en Mallorca ya no queden lugares en los que refugiarse y le pide a los políticos que hagan su trabajo, pero al mismo tiempo denuncia que se persiga a músicos o tuiteros por deteminadas frases: "Me parece un poco absurdo que puedan condenar a alguien. En casa tenemos videojuegos en los que puedes entrar en una tienda, robar y matar al tío con una pistola. Soy consciente de que hoy en día estas cosas no se pueden decir, pero las digo y ya está y, si me pasa algo, pues que me pase. ¡Me da igual! Lo que no puedo hacer es cambiar de opinión o hacer como que no está pasando nada. En Mallorca las cosas están empezando a ir muy mal y si no las cambiamos, van a ir a peor".

A sus compañeros de Antònia Font los ve muy a menudo, igual que a su amigo Agustín Fernández Mallo —autor de Nocilla Dream—, pero deja entrever que su próximo proyecto será otro disco en solitario, el tercero de la supuesta trilogía. Un trabajo en el que explorará las relaciones del individuo... a su manera, claro.

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Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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