¿Hacia dónde mirar el 2 de octubre?

No es fácil meter un pie en la vía en la que de forma tan estrepitosa van a chocar los trenes del Govern de Puigdemont y el Gobierno de Rajoy. Lo primero, porque todo apunta a que al final solo sería otra pequeña víctima más entre la chatarra que quedará el 2 de octubre, producto de la irresponsabilidad de unos y otros. Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir del insensato Govern catalán, pero quizá convenga recordar, para caraduras y olvidadizos, que el PP ha jugado durante años a alimentar el suicida enfrentamiento con Cataluña, desde la maniobra de hacer inviable el Estatut aprobado en el Parlament hasta la payasada del boicot al cava.

Y sí, de aquellos polvos miserables para atacar a Zapatero de la manera que fuera, incluida su deslealtad en la lucha antiterrorista, estos lodos grumosos que solo conducen al desastre. Decíamos del peligro de meterse en medio de esta obcecada pelea, y eso es lo que ha hecho Pedro Sánchez.

Su propuesta territorial es meter un gramo de racionalidad en una discusión imposible, y si ahora no puede aspirar a nada, sirve, cuando menos, para decirles a los españoles, incluidos los catalanes, que quizá hay una salida que explorar el 2 de octubre, el terrible día de recoger los escombros. No está mal. Hacia algún lado habrá que mirar ese lunes…