¿Qué esconde el WhatsApp de Álex de la Iglesia?
Entrevistamos a Álex de la Iglesia que estrena este viernes 'Perfectos desconocidos', una comedia donde se descubren las perversidades que escondemos en nuestro teléfono móvil
Madrid
El teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestro propio cuerpo, de nuestra propia identidad. Somos un avatar de Twitter, una foto de Instagram o un párrafo de esos que corren por Facebook. Lo contamos todo en las redes sociales, dónde estamos, qué comemos, con quién salimos, cómo nos sentimos y lo felices que somos, porque Internet ha venido a reivindicar la felicidad excesiva por encima de todas las cosas.
"El selfie es el territorio de nuestro trabajo identitario", define el filósofo Santiago Alba Rico. Y es que vivimos envueltos en una sociedad de la fantasía, que no de la imaginación, hemos borrado lo negativo, como la protagonista vestida de rosa de Black Mirror.
En este marco, Álex de la Iglesia, con su habitual colmillo para reflejar el esperpento de las relaciones humanas, disecciona los peligros de la falsa transparencia tecnológica en una comedia teatral, Perfectos desconocidos. Una adaptación de un remake italiano que el director de El día de la bestia y La Comunidad, hace suya.
La cinta está protagonizada por un reparto nuevo para el director: Belén Rueda, Eduardo Noriega, Eduard Fernández, Dafne Fernández, Juana Acosta, Ernesto Alterio y Pepón Nieto, el único que ya había trabajado con el director. En esta ocasión ha juntado a un grupo de amigos y de parejas en una cena, en la que se ponen como prueba poner los móviles encima de la mesa para que todo el mundo lea los WhatsApps de todos. Este enredo permite al director indagar en qué cosas escondemos y cuáles contamos a nuestro círculo íntimo. Un juego de mentiras y medias verdades que, como señalaba el sociólogo Goffman, ya estaba presente en la sociedad que creció con la televisión.
La máscara, la apariencia y la creación de un personaje para interactuar en sociedad, no es algo nuevo que hayan traído las redes sociales o la instantaneidad del móvil; pero es curioso como la tecnología ha modificado la forma en la que nos relacionamos, tal y como se observa en este filme, con vocación de entretener y divertir, pero con esa mirada de realismo valleinclanesco de Álex de la Iglesia.
