El maravilloso fraude de Colter Wall
El joven músico canadiense ha sido una de las sorpresas del año en la música country con un debut que remite a los grandes veteranos del género
Madrid
Colter Wall podría ser un vagabundo alcoholizado sacado de algún pueblo perdido de la América profunda. Un veterano curtido en mil batallas convertidas en canciones que hablan de abandonos, soledades y fracasos. Pero Colter Wall tiene 22 años y nació el mismo año en el que Johnny Cash –con quien se le ha comparado- intentaba reflotar su carrera de la mano del productor Rick Rubin.
La realidad de Wall dista mucho de las fabulas que inspiran sus canciones y sobre todo su voz. Pero su historia es la de muchos otros grandes nombres del country. Colter creció en Saskatchewan, un condado canadiense cerca de la frontera con Montana. “Allí no había mucho que hacer. O trabajabas en una plataforma petrolera o en tu granja, pero la música country estaba en todos los lados”, contaba Wall en una entrevista. En su casa siempre sonaba música y en ese contexto fue aprendiendo a tocar el piano y la guitarra mientras devoraba los discos de Bob Dylan, Waylon Jennings o Willie Nelson.
Hace dos años, Wall se presentó en sociedad con Imaginary Appalachia, un EP con el que comenzó a circular su nombre y que le valió para presentarse en distintos festivales como el SXSW de Austin. Aquellas primeras canciones animaron al canadiense a volver al estudio a grabar en Nashville junto a Dave Cobb, productor de Sturgill Simpson o Jason Isbell. El resultado de este viaje musical es un álbum homónimo que resulta de lo más interesante del año, un disco poderoso y sugerente, oscuro y crudo. Un disco que engaña, unas canciones que remiten a un tiempo lejano, a otra época y a otro estilo de vida, una vida que Wall –a pesar de su edad- también ha conocido.
Las once canciones del primer largo de Colter Wall son una de las sorpresas del 2017 en la música country, un disco inesperado que ha conquistado a los amantes del género gracias a unas canciones evocadoras y sinceras que suenan añejas y propias, a pesar del parecido de la voz de Wall con la de Cash. Este trabajo pone a Wall en el mapa, en la primera división de la música americana, a sus 22 años. Un enorme futuro para un joven que salió de un pueblo perdido de la frontera canadiense y que ha dado un golpe encima de la mesa con este debut en el que suena a veterano de los buenos.
Colter Wall actuará en Madrid y Barcelona los días 8 y 9 de febrero