El LargueroEl Larguero
Deportes
Muere Enrique Castro Quini

Ahora, Quini, ahora

Cuando tengo una duda, paro un segundo y pienso, ¿que haría El Brujo ante una situación como esta?

Quini besa el césped de El Molinón / EFE

Gijón

Gijón es un álbum de cromos en tres dimensiones. Los grandes mitos deportivos de la ciudad siguen viviendo allí, participando en el día a día de una villa marinera que respira fútbol por los cuatro costados. Vas por la calle y te cruzas sin querer con Joaquín, con Ferrero, con Redondo, con Cundi, con Ablanedo, con Eloy Olaya.... y hasta hoy con Enrique Castro Quini. El Brujo era un ser mitológico de carne y hueso, el goleador perfecto, la figura a la que todos nos queremos parecer.

Una estrella tan de la gente que encontró la muerte en su barrio, un frío martes de febrero por la tarde, y la noticia fue corriendo de boca en boca a la velocidad endiablada que circulan las malas noticias. Más de un gijonés pasaba a su lado cuando el corazón de Quini dijo basta y avisó a su mejor amigo, y este al suyo, y el suyo a otro, así hasta movilizar a todo un pueblo. Unos dicen que se ha ido sin avisar, sin dejarnos asumir la noticia. Yo creo que fue Quini hasta el último minuto de su vida. Discreto, humilde, auténtico.

Yo vi jugar a Quini aunque se retiró antes de que mis ojos y mi cerebro fueran capaces de almacenar recuerdos. Digo que lo vi porque me han contado tantas cosas de él que lo siento como algo mío. El sector más joven de La Mareona nacimos tarde para verle cada domingo en El Molinón pero sentimos nuestros sus goles aunque los marcara para las generaciones anteriores. Gritamos tantas veces eso de 'Ahora, Quini, ahora' que ya no vamos a parar de gritarlo para que nos siga oyendo en su nuevo destino. Quini debe ser y es nuestro punto de partida, el listón que debemos fijarnos para ser mejores personas. Cuando tengo una duda, paro un segundo y pienso, ¿que haría El Brujo ante una situación como esta?

Quini recibe un homenaje en El Molinón

Quiero a Quini. Esa es la palabra que mejor define lo que siento. No es respetar, admirar o idolatrar. Es querer. Y de ahí la pena tan grande que me impide decir cosas con cierta lógica. Si desde hace seis años los sportinguistas recordamos todos los días a Manolo Preciado no me quiero imaginar la presencia que Quini va a tener para siempre en nuestros pensamientos. Como dice mi amigo Héctor González, "todas las historias que nos contaron de él, las contaremos nosotros a los que vengan. Nunca se irá del todo". Te quiero, Brujo.

Manu Carreño: "Quini era de todos"

01:57

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000004933371/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00