David Trueba se queda fuera del sistema
El director David Trueba cierra el Festival de Málaga con 'Casi 40', una road movie por el interior de España en la que reflexiona sobre la crisis de la edad, la necesidad de éxito o sobre la cultura
Málaga
La última película, a David Trueba, le ha costado menos dinero que su opera prima. Es un dato curioso de este director, ganador del Goya, que explicaba como algo habitual. "Los noventa han sido la mejor época para el cine español, se creaban muchas películas, los directores producían a nuevos directores, había dinero", comentaba en el Festival de Málaga donde ha presentado Casi 40, una road movie por la España interior.
"Quería demostrar que pasan cosas en Segovia, Ávila, en otras ciudades que no sean Madrid", dice Trueba que ha vuelto a reunir a los dos protagonistas de su primera película, La Buena Vida. Son Lucía Jiménez y Fernando Ramallo, que interpretan a personas similares a ellos mismos. Ella es una cantante que ha dejado la música agotada por el mundo de las discográficas, el dinero y las multinacionales. Él anda perdido en lo personal y lo laboral. Juntos realizan una gira por librerías donde ella toca sus viejas canciones y van desvelando la situación de crisis de los 40 y la de un país, España, tocado por la corrupción, pero también por una deriva moral que ha aparcado a la cultura en tercera o cuarta fila.
"Me preguntaba dónde están los cantantes que no han triunfado y dónde los cineastas que no buscan hacer la peli más taquillera", definía el director. Trueba ja preferido apostar por los diálogos antes que por los hechos. Diálogos algo pomposos y llenos de frases efectistas, quizá lo quita solidez a esta curiosa reflexión sobre el paso del tiempo, el fracaso y el éxito, y sobre quiénes somos y quiénes hemos querido ser.