Un tatuaje pone freno a la carrera de una psicóloga militar

Madrid

Los tatuajes llevan tiempo de moda. Vemos a futbolistas tatuados, a los jugadores de baloncesto, cantantes, moteros y ahora hasta al ministro del Interior. Grande Marlaska ha paralizado de forma temporal la aprobación de una normativa elaborada durante el mandato del exministro Zoido que prohibía a los guardias civiles llevar tatuajes y piercings. Pero un tatuaje ha sido la razón por la que una opositora a psicóloga militar ha sido expulsada de las pruebas.

Estela se presentó a la oposición porque trabajaba en un hospital, en atención al paciente, y quería trabajar en psicología. En la prueba de natación, fue donde vieron una flor tatuada en su empeine. Otros compañeros llevaban también tatuajes pero a los hombres con el uniforme no se les ve. A ella por ser mujer le indicaron que se le vería al llevar faldar, aunque puntualiza que “la elección de uniforme es personal; o pantalón o falda”.

Ella no se rinde. "Estoy preparando un recurso de alzada para que el caso llegue al Ministerio de Defensa, que es el siguiente paso. Para que me admitan o cambien las cosas", asegura.  Este caso le ha hecho pensar mucho sobre la forma de elegir aspirantes, sobre la forma de “dudar de competencias de un profesional  y cómo están subordinando tus capacidades y competencias profesionales por algo físico". 

Para preparar la oposición Estela dejó su trabajo hace dos años para dedicarse a fondo a ella. "Dedicarme en cuerpo y alma a estudiar la oposición. Una oposición que además tiene límite de edad para presentarse", explica

Ella ofreció soluciones y alternativas, como borrar el tatuaje o taparlo, “pero no, estaban abiertos a razonar nada”. Su padre es militar y también le cuesta creerlo. "Se ha quedado tan sorprendido como yo, y me está ayudando mucho con el tema del recurso para intentar solucionarlo".

Además recalcaba que “la normativa no discrimina a la mujer en absoluto, más que nada es como la está aplicando este tribunal". La ley es clara, “No se permiten tatuajes visibles con los uniformes, pero no está escrito que me obliguen a llevar falda".