Robert Pattinson, un astronauta indie en San Sebastián

San Sebastián

La ciencia ficción no suele tener a muchas mujeres detrás, por eso había mucha expectación por ver lo que ha hecho la directora francesa Claire Denis en High Life. Por eso y porque haya recalado en el Festival de San Sebastián una de las directoras asiduas al todopoderoso Cannes. Denis ha rodado una propuesta interesante, aunque a ratos delirante.

La directora de Materia blanca o Los Canallas, rueda por primera vez el inglés, con estrellas como Juliette Binoche y Robert Pattinson, esta disección sobre la violencia, la maldad social y la reproducción humana. Un grupo de presos en el corredor de la muerte accede a servir como parte de un experimento humano a bordo de una nave espacial. Sin destino claro, estos exconvictos soportan el paso del tiempo mientras tratan de reproducirse en un ambiente claustrofóbico, donde la violencia emerge a cada rato.

"Fue una vieja historia que tenía en la mente desde hacía tiempo, junto con mi guionista. Me imaginaba a un hombre en el espacio, muy lejos de la tierra, del sistema solar, que no tenía esperanza de volver a la tierra. Toda la tripulación estaba muerta y solo vivía con un bebé. No podía tampoco morir por no dejar a la niña sola. Eso le daba una responsabilidad, al menos, hasta que esa niña se convierta en adulta", explicaba la directora en la rueda de prensa, donde ha estado acompañada por sus actores.

Robert Pattinson, uno de los presos que van en la nave, tiene que lidiar con ese bebé al que no sabe cómo cuidar. "Ha sido especial y bonito trabajar con un bebé. Es como tratar con animales salvajes, siempre te sorprende, pero también inspiran", decía el actor. "La verdad, ha sido una de las películas más fáciles. Claire es una de mis directoras favoritas y me ha sido muy, muy fácil. Trabajar con alguien cuando confías en ella lo hace sencillo. Me he sentido muy libre en esta ocasión". 

Pattinson lleva tiempo alejado del cine comercial con el que empezó como Harry Potter o la saga de vampiros Crepúsculo. "Cada una de las películas que he hecho desde que soy actor tiene algo personal para mí. En las últimas lo que he logrado es rodar con directores con los que quería trabajar hace mucho", respondía Pattinson que en estos últimos años ha trabajado con James Grey, con Cronenberg en Cosmópolis y ha pasado por Cannes con Good Time, de los hermanos Safdie.

"Los personajes se preguntan todas las cuestiones que un ser humano puede hacerse a lo largo de una vida", explicaba Binoche. Claire Denis trata de hacer una disección de la condición humana basándose en aquella discusión filosófica entre Hobbes y Rousseau. ¿Se corrompe el hombre en sociedad? Parece preguntarse la francesa. "Imagínense ustedes", decía a la prensa, "si estuviesen en una situación así, donde hayan sido seleccionados como cobayas científicas. La especie humana tiene solidaridad, se ve en esta tripulación, ellos no son egoistas", ahondaba. La película plantea cómo el que delinque tiene difícil salir de la espiral del delito. Como la violencia genera violencia y cómo esa marca es difícil de borrar.

"Estamos hablando de una cárcel en el espacio. No creo que en un corredor de la muerta las cosas sean diferentes. Su vida tiene una cuenta atrás, no tienen futuro. Esta tripulación es valiente, tratan de hacerlo lo mejor, no creo que se vea solo dolor. También hay ternura", añadía Denis que no considera que haya realizado una película sobre la desesperanza.

Además de niños, peleas y convivencia en una nave espacial, tratando de alcanzar un aguero negro, High life tiene sexo y reproducción. "Cuando habla de sexo, yo lo veo feo. Es sobre todo el deseo. Creo que también en la tierra hay deseo", dejaba claro la directora que admite la influencia de Tarkowski y Solaris.  Solaris. "Tarkowski, hizo algo magnifico, porque muestra que la ciencia ficción es algo terrestre, que solo los humanos pueden imaginar. No necesitamos aliens, ni monstruos; la ciencia ficción es de hombres y mujeres. No me interesan los monstruos".