El ministro de Exteriores venezolano, liberado tras ser retenido en el aeropuerto de Nueva York

Caracas

El ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, ha sido retenido este sábado en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, después de que le acusaran de participar en actos terroristas (la policía norteamericana asegura que fue porque no se dejó cachear por segunda vez). El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha vuelto a culpar de todo al "diablo", es decir, al presidente George W. Bush..

El ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, que fue retenido tras un incidente con el personal de seguridad en el aeropuerto de Nueva York, fue dejado en libertad después de unos 90 minutos. El propio Maduro confirmó en declaraciones a la cadena de televisión CNN en español que se encontraba en libertad, tras haber sido retenido en lo que él definió como "un ejemplo más del abuso de poder de EEUU".

La Agencia Bolivariana de Noticias informó que fue el propio canciller venezolano fue quien relató a través de una llamada telefónica a Venezolana de Televisión (VTV)que se hallaba retenido en el aeropuerto estadounidense. Según informa el diario venezolano El Nacional, Maduro denunció que fue retenido "por un presunto código registrado en su boleto de viaje que lo califica como 'terrorista'".

Indicó que funcionarios policiales norteamericanos le retuvieron conjuntamente con los miembros de su delegación, y les amenazaron con golpearles y esposarles, además de quitarles sus documentaciones, pasajes y su ropa. "Esto es parte de la conducta de este gobierno, un gobierno abusivo", afirmó en referencia al mando de Estados Unidos.

Chávez: "Es una provocación de míster diablo"

Por su parte, el presidente de venezuela, Hugo Chávez, señaló antes de que fuera puesto en libertad su canciller, que todo se trata de "una provocación de míster diablo", como llama al presidente George W. Bush.

Además, negó la participación del canciller Maduro en la "rebelión patriótica" del 3 de febrero, que la Administración norteamericana califica de "actos terroristas".