Doctor Montes: "A mí se me cesó por 400 homicidios"

Madrid

Luis Montes, el ex jefe de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés que fue apartado por el Gobierno de Esperanza Aguirre de su cargo por unas supuestas sedaciones irregulares que la justicia ha desvelado que no existían, ha contado en Hoy por Hoy cómo han sido estos tres años, durante los cuales ha pesado sobre él una acusación muy grave. Montes, además, ha negado que su destitución al frente de Urgencias se debiera a temas administrativos, tal y como ha señalado la Comunidad de Madrid, que de paso ha utilizado este argumento para eludir pedir perdón a los doctores afectados. "A mí se me cesó del servicio de urgencias por 400 homicidios", insiste el doctor.

"El arrope que hemos tenido nos impulsó a seguir la lucha y a seguir defendiéndonos", afirma el doctor sobre el apoyo recibido por los ciudadanos de Leganés y por sus compañeros del hospital a lo largo de estos tres años. Montes asegura que en ningún momento han tenido ganas de tirar la toalla, pero sí ha habido momentos de "cansancio".

Tanto para el doctor como para la enfermera Maribel Teigel, el fondo de la cuestión es que se ha conculcado un derecho fundamental, que es el de morir dignamente. Además, la enfermera destaca que tras la denuncia anónima muchos facultativos han trabajado con miedo ante represalias por la sedación de los pacientes. ""Es muy duro ver que se mueren pacientes sin su familia y mal sedados", afirma la enfermera Teigel.

Maribel describe cómo se trabajaba antes y después de que la Comunidad de Madrid tomara medidas: "En ese servicio se trabajaba fantásticamente. Era una urgencia muy dura, donde intentábamos hacer todos lo mejor posible", y habla de cómo se gestionaba la atención a un paciente, una vez que el médico ya sabía que iba a morir: "Teníamos sitios para que estuvieran con sun familian y constantemente atendidos", aunque esa práctica cambió tras la denuncia anónima: "La gerencia dio la orden de que ningún paciente se pudiera morir en urgencias, y lo subían a planta aunque no hubiera sitio".

Para el doctor Montes, esta sentencia que restituye su honor y el de sus compañeros, debería servir también para volver a una buena práctica médica y darles a los pacientes el derecho a morir dignamente y sin dolor. "No vale el 'va a morir' y abandonar".