Un Betis de Primera gana a un Barça que llegó tarde y mal a Sevilla

Todo lo bueno que tiene el súper equipo creado por Guardiola, las manitas, el tiqui-taca, el liderato, las galas y balones de oro se tornó en contra del equipo azulgrana. El Barça salió tan convencido de que ya estaba en semifinales que en el minuto siete de partido ya estaba 2-0 por debajo en el marcador y con un Betis en el papel de líder de Primera y Barça desconocido

El Betis tuvo en los primeros diez minutos de partido toda la fortuna que no tuvo en la ida en el Camp Nou, si Pinto paró todo y más en Barcelona esta vez fue a la inversa. Al tercer minuto de partido Salva Sevilla puso un balón pícaro al área pequeña y Jorge Molina, el más listo, se aprovechó de la pasividad de la defensa del Barça para marar el primero. Éxtasis en Heliópolis.

Tres minutos más tarde, Ezequiel daba un pase medido al goleador Jorge Molina que ganó, sin problemas, a Milito para batir a Pinto en el mano a mano . El Benito Villamarín vivía momentos que hacía años que no sentía ganando a un Barça que solo miraba.

A partir del 2-0 el Barça se presentó en Sevilla, pero muy lejos de lo que acostumbra. La defensa del Barcelona era un auténtico coladero. Milito y Adriano hacían aguas constatemente y Jorge Molina, una vez más, se plantó solo ante Pinto, solo que esta vez Piqué llegó a tiempo para salvar el tercero. A pesar de estar Xavi y Messi al Barça le costaba muchísimo tocar la pelota. Afellay, que jugó su primer partido como titular, no conseguía encontrar a sus compañeros y el Betis movía la pelota entre los gritos de 'olé' de su gente.

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El sueño bético se frenó cuando Messi, en la primera oportunidad del Barça, batía a Casto por debajo de las piernas. El gol no importó al Betis, siguió jugando y divirtiendo a su afición. Para mayor alegría en el segundo antes del descanso Milito despejó de cabeza hacia el centro de su propia área y Arzu remató a portería para hacer el tercero.

En la reanudación el Barça tuvo mayor posesión del esférico, no tuvo la pájara inicial del partido y en el ocho Isidoro tocó el balón con la mano dentro del áera. El penalti lo tiró y falló Messi. El argentino resbaló y envío el balón a las nubes. Al Betis no le importaba, jugaba sin presión, sin nada que perder y solo jugaba al fútbol, disfrutaba con su juego, se gustaba y gustaba a un público entregado con su equipo.

La última media hora del partido fue un mero trámite, para la galería quedan los aplausos que recibió Xavi al ser sustituido y poco más. El Villamarín era una fiesta a pesar de la eliminación y el Barça ya pensaba en el próximo partido y las semifinales ante el Almería. Al final se llegó entre 'olés y olas' y es que el partido del Betis hizo honor a la célebre frase: 'Viva el Betis manque pierda'