Mourinho se bebe su primera Copa en el Real Madrid

Florentino fichó a Mourinho para ganar títulos. Pues ya tiene el primero. La Copa del Rey. La alegría para los madridistas es doble porque el rival es además su gran pesadilla en los últimos años. Un gol de Cristiano da a los madridistas la Copa del Rey en un partido que tuvo dos dueños. El Madrid, en la primera mitad y el Barça, en la segunda y que se decidió en la prórroga con un cabezazo soberbio del portugués (0-1).

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Comenzó el partido y era como si el Madrid hubiese jugado el pasado sábado al despiste. El Madrid rácano del Bernabéu, que se dedicó a esperar al Barça, se transformó en uno totalmente agresivo. Mourinho tejió una tela de araña imposible de romper para los azulgranas. Pepe sobre Xavi y Kedhira encima de Iniesta. Centro del campo del Barça desactivado. Y así el Madrid se vistió de Barça y se quedó con la pelota.

Mourinho posicionó su defensa mucho más arriba y los blancos se asentaron en el campo azulgrana. Dominaban el tiempo de juego, el balón y las ocasiones. En el minuto 11 a punto estuvieron de adelantarse. Un remate cruzado de Cristiano, casi sin ángulo, superó a Pinto y tuvo que ser Mascherano, que volvió al 'once' en lugar del lesionado Puyol, el que despejase bajo palos.

El partido se fue calentando y los piques y las grescas se sucedieron. En el campo y en la banda. Arbeloa pisó a Villa a la media hora de partido y los dos internacionales, compañeros de Selección, se encararon. También Mourinho caldeó el encuentro desde el banquillo. En varias ocasiones se acercó el portugués al cuarto árbitro para mandarle algún mensajito. Alguno le envió también a Guardiola y Valdés, esta vez en el banquillo por decisión técnica.

El Madrid atosigaba a los jugadores del Guardiola. Ni rastro de Iniesta, ni de Xavi y sin noticias de Messi. Tal fue la presión que los azulgranas no tuvieron ninguna ocasión de gol en la primera mitad. Ninguna. La más clara de los de Mourinho en los primeros cuarenta y cinco minutos la protagonizó uno de sus ojitos derechos, Pepe. El central portugués, esta vez de mediocentro, remató de cabeza un centro de Kedhira que dio en el palo derecho de Pinto.

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Cambio radical tras el descanso

Comenzó la segunda mitad y arrancó un nuevo partido. El Barça se enfundó en el descanso su traje de siempre, el que le ha llevado a la cima del fútbol mundial. Abrió las bandas y se dedicó a mover el balón. La clave del cambio, la aparición de Iniesta. El manchego dio más velocidad a la pelota y Villa, Messi y Pedrito empezaron a probar a Casillas.

En el minuto 60 un pase en profundidad de Messi encontró a Pedrito. El canario coló el balón en la portería de Iker pero el gol fue bien anulado por fuera de juego. El Barça había borrado del mapa al Madrid, que había perdido totalmente su sitio en el terreno de juego. El que brillaba ahora era Casillas. Que siempre está.

Mourinho decidió dar entrada a Adebayor por Özil en el minuto 70. Fue el único cambio del portugués en los 90 minutos reglamentarios, en los que Guardiola no movió ninguna ficha. Una gran jugada de Di María cuando agonizaba el partido obligó a estirarse a Pinto y cortó la respiración de los azulgranas. Así concluyeron los 90 minutos de partido y arrancó la prórroga.

Y más de lo mismo en el tiempo extra. El Barça cuidaba la pelota y el Madrid esperaba su momento para fusilarla dentro de la meta de Pinto. Y así pasó. Marcelo enhebró una jugada perfecta con Di María por la banda izquierda, que terminó con un centro genial del 'fideo' a la cabeza de Cristiano. El portugués apenas había aparecido, pero cuando se le buscó, ahí estaba para firmar el único tanto del partido que dio la victoria y la Copa al Real Madrid 18 años después. Pero la lucha aún no ha terminado, aún quedan los dos combates de 'Champions'.