Un Barça supercampeón también gana la Supercopa de Europa

En un partido disputado en su primera mitad, la calidad de Messi decidió la final. Con un gol y una asistencia el crack argentino demostró, una vez más, por qué es el mejor jugador del mundo

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Los primeros minutos del Barça recordaron a los de la Supercopa de España ante el Real Madrid. El Oporto presionaba muy arriba en la salida de balón del Barça, los culés, notaron la suplencia de Busquets a la hora de sacar la pelota desde la zona defensiva. Los portugueses se dedicaban a robar el balón y a buscar la portería de Valdés. La primera ocasión la tuvo Hulk, el rápido delantero lanzó una falta desde la frontal que Valdés tuvo que despejar a córner tras una gran parada.

Acto seguido, y con el Barça aún perdido, Joao Moutinho tuvo otra ocasión también con un disparo lejano que el portero culé tuvo que enviar, de nuevo, a córner.

Nuevo minutos tardaron los de Guardiola en reaccionar, lo hicieron tras un fallo de la de la zaga del Oporto. El balón le llegó a Pedro, que pecó de egoísta e hizo una vaselina que se marchó alto en lugar de regalarle el gol a Messi.

Esta ocasión fue un simple espejismo, el Barça tenía la posesión pero las ocasiones se sucedían del lado del Oporto. Hulk era un constante peligro para la defensa culé. El delantero brasileño puso un centro medido en el que Valdés salió en falso y Mascherano tuvo que sacar de cabeza cuando Kléber se disponía a marcar el primero.

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El Barça llegaba a cuentagotas, una buena jugada de Adriano por la izquierda acabó con un disparo lejano de Xavi Hernández que acabó con el balón a córner tras una buena parada de Helton.

El disparo de Xavi fue el inicio de los mejores minutos del Barça. Los de Guardiola empezaron a triangular en la zona defensiva del Oporto y el gol no tardó en llegar. No fue después de una gran jugada, no fue tras una jugada de estrategia, fue tras un regalo del Oporto. Guarín, centrocampista del Oporto, le regaló literalmente el balón a Messi, que completamente solo jugó con Helton, portero rival, para romperle la cintura con un regate espectacular y marcar su primer gol en la Supercopa de Europa y adelantar al Barça antes del descanso.

La segunda mitad comenzó como el primer tiempo, con un Oporto superlativo en la presión y con un Joao Moutinho como capitán del ataque portugués. El rival del Barça tuvo una ocasión clara tras una buena triangulación que acabó con un disparo del propio Moutinho que se marchó lejos de la portería.

El Barça pudo marcar el segundo tanto, pero el árbitro paró el partido cuando Messi y Villa encaraban completamente solos la portería del Oporto. ¿Por qué pitó el colegiado? Porque Mascherano estaba en el suelo quejándose de una falta previa. En lugar de dar ley de la ventaja, Björn Kuipers paró el juego de forma incomprensible.

El Oporto, venido a menos tras un bajó físico, pudo empatar gracias a un disparo desde su casa de Guarín, el 'asistente' de Messi en el primer gol disparó con rabia contra un Valdés que volvió a realizar un auténtico paradón para salvar el marcador. Pero nada más lejos de la realidad, el Barça, Messi, seguía llevando las riendas del partido y teniendo las ocasiones. El argentino recibió el balón en la frontal y los defensores fueron por él como abejas a la miel. El mejor jugador de Europa vio que Villa se quedaba solo y le regaló el balón a un Guaje que no supo definir.

Tras el fallo Villa fue sustituido por Alexis Sánchez y, poco después, Adriano se retiró lesionado y entró en su lugar Busquets. Abidal ocupó el lateral zurdo y Mascherano y el propio Busquets ocuparon la pareja de centrales el Barça.

El chileno tuvo una buena ocasión para sentenciar el partido. Tras una buena jugada el extremo disparó con rosca desde la banda izquierda y el balón se fue ligeramente alto.

Cuando el partido estaba visto para sentencia Abidal se metió en problemas al Barça y, tras perder un balón en el área culé, hizo una entrada sobre Guarín que pudo haber sido penalti. Tras esta polémica el Oporto terminó de liquidar sus opciones de empatar tras quedarse con diez jugadores. El central Rolando recibió la segunda amarilla tras blocar a Messi en pleno contragolpe.

Messi volvió a aparecer y volvió a decidir

La expulsión terminó de hundir al Oporto, que con Cesc en el campo, sentenció la final. Otra vez apareció Messi, que puso un pase al corazón del área para que Fàbregas, marcase su primer tanto en un partido oficial como jugador del primer equipo. Como hicieron en alevines, el argentino y el catalán conectaron para dar una alegría al Barça, una alegría llamada Supercopa.

Dos goleadores debutantes, Messi se estrenó en Supercopa y Cesc en partido oficia, dieron al Barça otra Supercopa de Europa para sus vitrinas. Para los centros de estadísticas quedan los inmaculados números del Barça. 12 títulos en tres años. Un Messi que no para de coleccionar títulos individuales. Un Fàbregas que ha logrado en dos semanas los mismos títulos que en 8 años en el Barça y con un Xavi que se acaba de convertir en el jugador culé con más títulos en su palmarés (18) este Barça parece no tener fin... y la temporada acaba de empezar.