Garzón: "Los abogados formaban parte del núcleo de la organización criminal"
La parte de la sesión más esperada, el interrogatorio de Garzón sentado en el banquillo, ha durado dos horas y media
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha argumentado su decisión de intervenir las comunicaciones en prisión entre los responsables de la trama Gürtel y sus abogados en la necesidad de "constar y evitar" la continuación de su actividad delictiva y ha asegurado, en varias ocasiones, que "no tenía ningún interés" en conocer la estrategia de defensa de los letrados. / AGENCIA ATLAS
Madrid
El juez ha defendido su actuación en todo momento, detallando cuáles eran las intenciones de los internos cabecillas de la 'red Gürtel' en prisión. Su actuación consistió en "perseguir los delitos graves relacionados con la corrupción preservando el derecho de defensa".
Más información
- La policía corrobora la versión de Garzón
- Garzón decide responder a las preguntas de la acusación durante su juicio en el Supremo
- Baltasar Garzón se enfrenta al fin de su carrera
- El fiscal, segundo abogado defensor de Garzón
- El Supremo escucha hoy a los testigos en el juicio contra Garzón
- El juicio contra Garzón acaba con el derecho de última palabra del juez
- La policía corrobora la versión de Garzón
La investigación de la trama de corrupción del caso Gürtel arrojaba indicios suficientes sobre la actividad delictiva continuada de los principales cabecillas de la red para motivar las escuchas, argumento sobre el que ha insistido Garzón. A preguntas de los querellantes, Ignacio Pélaez -abogado del constructor imputado José Luis Ulibarri- y José Antonio Choclán -abogado de Correa y querellante- sobre la supuesta intención del juez de conocer las estrategias de defensa de los internos, Garzón ha detallado los indicios para evitar que la organización criminal ocultara el dinero de los paraísos fiscales.
Garzón ha insistido en que el objetivo de las escuchas era "determinar y evitar cuáles eran las mecánicas de apoderación, evasión y recuperación del dinero". Asimismo, ha hablado de una continua actividad delictiva y los posibles movimientos de dinero. "Ante esa información y los elementos de los que disponía la causa, decidí prorrogar el auto del 19 de diciembre", ha dicho. Un auto que se dictó como consecuencia del informe policial y ante la evolución y los datos acumulados.
En cuanto al posible delito contra las garantías constitucionales, Garzón ha subrayado que "se intervinieron comunicaciones a los internos, no a los letrados, e incluyendo en negrita una cláusula para preservar el derecho de defensa. Al mismo tiempo, se expurgaron las conversaciones que afectaban a ese derecho fundamental", respondía Garzón al abogado querellante Ignacio Peláez. Sobre el ministerio fiscal ha dicho que "no sólo no cuestionó las medidas sino que las apoyó. Garzón ha subrayado que no practicó ninguna diligencia durante su investigación relacionada con las intervenciones de las comunicaciones.
Choclán ha insistido en preguntar por qué no acotó las escuchas, dando así un cheque en blanco a la policía. Garzón, duro en sus respuestas, ha contestado: "Usted me pide que haga un juicio de pronóstico, no he venido aquí a hacer hipótesis", dejando claro que no podía limitar unas escuchas motivadas por la Policía y otras diligencias de la instrucción que perseguían evitar delitos de blanqueo. "El personalismo de Correa y Crespo a la hora de tomar decisiones hacía necesaria la intervención de las comunicaciones", ha concluido.
Una de los argumentos más repetidos por Garzón -de hecho, el interrogatorio se ha enrocado en ocasiones en este punto- ha sido insistir en que se intervinieron las conversaciones de los internos y no los abogados. A lo que ha añadido; "el cambio de abogados obedece a la organización criminal que se estaba investigando. Una estructura nuclear en la que los abogados eran parte de la misma".
El presidente de la sala ha suspendido la sesión hasta mañana miércoles a las 10.30 de la mañana. Está previsto que declaren todos los testigos que están citados.