Los acusados por el incendio de la Riba de Saelices (Guadalajara) se declaran inocentes
Aseguran que el fuego "no se originó en la barbacoa" que estaban manipulando
La Audiencia Provincial de Guadalajara celebra desde este lunes el juicio contra tres excursionistas procesados por el incendio de la Riba de Saelices (Guadalajara), que en julio de 2005 acabó con la vida de los once miembros del retén de Cogolludo y arrasó 13.000 hectáreas de bosque y pinares en Guadalajara. La Fiscalía pide para los procesados dos años de cárcel para cada uno, 3.600 euros de multa y una indemnización a la Junta de 13,9 millones de euros.
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El primero de los acusados en declarar ha dicho que es "inocente" y que no tiene "responsabilidad ninguna" en el incendio. Asimismo, ha cuestionado las pruebas periciales realizadas, afirmando que el fuego "no se originó en la barbacoa".
En su declaración, ha asegurado que ni provocó ni previó que se pudiera producir el fuego, y que mientras estaba manipulando la barbacoa se originaron las llamas detrás de él, "probablemente provocadas por un cristal"
Otro de los acusados ha incidido en que el origen de las llamas fueron unos rastrojos cercanos, mientras que el tercero en declarar ha precisado que la barbacoa estuvo vigilada "en todo momento".
"Fue una total irresponsabilidad"
Por su parte, uno de los testigos, un guarda de la cueva de los Casares que operaba por la zona, ha asegurado que advirtió "en numerosas ocasiones" a los acusados para que no hicieran fuego, y ha calificado de "total irresponsabilidad" hacerlo. "Hasta el más tonto del pueblo sabía que ese día no se podía hacer una barbacoa" por las condiciones climatológicas de extremo calor y viento, ha concluido.
La Fiscalía pide dos años de cárcel para cada uno de los tres excursionistas procesados
Según se desprende del escrito de acusaciones, el fiscal considera probado que en la mañana del 16 de julio, los tres procesados acudieron junto con otras seis personas a visitar la Cueva de los Casares con la intención de, tras la visita, preparar en un merendero una comida de carne a la brasa utilizando las barbacoas instaladas en el paraje.
Para encender el fuego, uno de los procesados recogió leña y utilizó dos de las barbacoas del merendero, en las que encendió fuego utilizando papeles, pasto seco, leña y piñas secas, en lo que le ayudaron los otros dos procesados, según la versión del Ministerio Fiscal.
La Fiscalía asegura que no se adoptaron las medidas elementales de precaución, y que durante la preparación de la comida carecían de un recipiente con agua para humedecer el terreno contiguo, tierra para apagar un posible fuego, y no se vigiló de forma rigurosa la hoguera.
Dicho riesgo, según el fiscal, se hizo patente cuando una primera brasa cayó al suelo, siendo apagada por los procesados, pese a lo cual descuidaron el fuego, por lo que a las 14:40 horas, una brasa cayó sobre hierba seca que actuó como combustible, favoreciendo la propagación del fuego hacia las zonas de vegetación.
12.874 hectáreas calcinadas
Durante la evolución del fuego, que fue controlado el 21 de julio y extinguido el dos de agosto de 2005, fallecieron once operarios del retén de extinción y se vieron afectados once términos municipales. Según la Fiscalía, se ha calculado que la superficie carbonizada por el incendio fue de 12.874 hectáreas.
Como consecuencia del incendio, el fiscal destaca la eliminación de cubierta vegetal, destrucción de poblaciones de especies animales y vegetales, alteración de la textura del suelo, pérdida de elementos bióticos e incremento de la erosión.
La Junta reclama 13,9 millones de euros de indemnización por los gastos de extinción del incendio, para sufragar los daños producidos en vehículos, las indemnizaciones por daños materiales a los perjudicados y los trabajos y los planes de urgencia llevados a cabo en la lucha contra el fuego.