La arcilla milagrosa de Luis Bárcenas

Madrid

Luis Bárcenas alegó que la mayor parte de su fortuna inicial en Suiza procedía de operaciones como intermediario en la venta de distintos productos como uno que compactaba arcilla para hacer caminos, o una "silla novedosa".

Bárcenas afirmó al juez que en la década de los años 80 hizo fortuna al vender en Argentina y Brasil un producto, cuyo nombre no recuerda, que compactaba arcillas para caminos sin tener que usar asfalto. Por ello ingresó 150 millones de las antiguas pesetas, según su declaración. Otro de los negocios 'milagro' fue la cesión de derechos a una empresa china de la comercialización de una "silla novedosa" norteamericana. No dijo de qué silla se trataba o qué empresa le pagó otros 15 millones por la cesión de esos derechos de comercialización, y se mostró esquivo, en cualquier caso, cuando fue preguntado por el nombre de sus socios. No los quiso desvelar.

También afirmó que parte de su dinero llegó por distribuir gafas o material deportivo con una empresa alemana. Cuando el juez Ruz le preguntó por el nombre de los socios o el detalle de las inversiones, por las que aseguró que había ingresado 20 millones de pesetas, se mostró dubitativo.

También dijo de sí mismo que era "un marchante de obras de arte", y que ha ingresado por este concepto alrededor de 600.000 euros, pero solo pudo aportar como prueba al juez un pago de 60.000 euros efectuado por el también extesorero del PP, Rosendo Naseiro, por un cuadro holandés que fue vendido al Museo del Prado. Al ser preguntado respecto a si declaraba esas ganancias a Hacienda, manifestó que "a veces sí y a veces no". Bárcenas explica que con este dinero y "la fortuna que tuve de acertar en la compra-venta de valores", llegó a amasar unos 38 millones de euros en Suiza que tuvo en dos cuentas en los bancos Dresdner y Lombard Odier. La primera en el Dresdner la abrió en 1990, año en el que arrancan las primeras anotaciones conocidas en los supuestos papeles manuscritos.

El extesorero aseguró al juez que su esposa desconocía que tuviera cuentas en Suiza, a pesar de que según figura en el sumario, le acompañó a la sucursal del Dresdner Bank en Ginebra. Y también contestó a las fiscales Anticorrupción cuando le preguntaron por qué mintió en su anterior declaración ante el juez Pedreira, cuando negó que tuviera cuentas en Suiza. Bárcenas adujo que "evidentemente tenía que negarlo, es de sentido común" negar la existencia si la Justicia las desconocía. El extesorero del Partido Popular explicó que las puso a nombre de una empresa, bajo la que se cobijaba su identidad real, "no por motivos de opacidad" sino "justamente en un ejercicio de transparencia". Bárcenas, en una declaración que sorprendió a las partes personadas en la causa, argumentó que nunca había "tenido intención de ocultar patrimonio", al mismo tiempo que reconocía que no había declarado sus activos a Hacienda. El extesorero del PP afirmó además que tuvo que pedir un préstamo de 1.5 millones de euros a Lombard Odier para abonar la Amnistía Fiscal

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