Freedonia, una banda que apuesta por el 'soul' y acierta
Rompiendo los esquemas de la industria musical y bajo la máxima de la libertad de creación, la banda presenta su nuevo single en Madrid
Freedonia bien podía ser el nombre de un país centrado en la autogestión y bajo la bandera de la libertad y la creatividad. Pero en este caso, el concepto se mueve a ritmo del soul de la década de los 60 entre la voz y los instrumentos de diez músicos. Así nace uno de los grupos que está revolucionando el panorama musical nacional del momento.
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Lo que empezó como un quinteto de jazz pronto se convirtió en una gran familia de diez miembros con un punto de unión: uno de los souls más enérgicos que se pueden escuchar por las salas españolas. Tras vivir cambios en su formación, con la entrada de Maika Sitte como nueva vocalista, y una vez experimentada la vivencia del crowdfunding, Freedonia ya trabaja en su segundo disco rompiendo los esquemas de la tradicional industria musical.
Los que han tomado la acertada decisión de pasarse por alguna de las muchas salas que han gozado con su directo, como la Sala Joy Eslava de la capital donde presentaron su nuevo single, no solo han sido partícipes de la energía de un grupo que hace que la música explote con una calidad máxima y una voz que nos traslada a la de la grandes divas del soul; sino que con ellos han descubierto realmente lo que es Freedonia. Un grupo que sale de lo convencional para sentir la música y que no tiene miedo a ser el dueño de sus carreras.
En vez de cumplir con cada uno de los pasos que impone la industria a la hora de trabajar, Freedonia prefiere jugar a abrir el apetito y presentar solo un adelanto en un gran concierto. "El concepto que tenemos de discos va vinculado al que había en los 60 y en los 70", cuenta Israel Checa como batería del grupo. "La manera de producir se centraba en los singles básicamente. Luego podía venir un largo o no. Había gente que, por fin, llegaba a hacer un disco y gente que no lo hacía. A nosotros nos gusta esto porque de algún modo sigues ofreciendo cosas nuevas sin necesidad de pensar más allá".
Y es que este grupo es algo más que un buen directo, son atrevidos e independientes. "Trabajamos un poco diferente a la rutina discográfica de hoy en día", explica Israel. Y claro que Freedonia trabaja diferente. Resumiéndolo en tres conceptos: grabación en analógico, vinilo y sello creative commons.
La música según la autofinanciación
Aunque son muchos los músicos que viven la autofinanciación de sus trabajos como un acto obligatorio al no encontrar ninguna puerta abierta aun llamando a todas, cada vez son más los que se tiran a la piscina dejando a las grandes discográficas en tierra por decisión propia. Según nos cuentan los integrantes de Freedonia, entre una marea de inestabilidad y complicaciones económicas, aparecen un sin fin de oportunidades y ventajas que hay que saber aprovechar.
Para Maika, fuerza, voz del grupo y ganadora del apodo de 'la incendiaria', este sistema independiente "te permite una mayor libertad de creación en todos los sentido. Si tú trabajas con una discográfica detrás, tienes que preguntar siempre, porque todos los derechos, tus derechos, ya no son tuyos. Tienes que consultarles todo lo que quieras hacer: cómo vas a hacer las canciones, cuántas va a tener el disco, cómo se va a vender, cómo se va a distribuir...". Un sin fin de cómos y permisos que acaban dependiendo de terceros. "Sin limitaciones siempre vas a conseguir un producto mejor. Es una ventaja grandísima y la mayoría de la gente no piensa en ella porque es un camino más complicado. Tienes que pensarlo tú todo pero te hace ser mejor músico en todos los sentidos".
Y es que donde otros ven incertidumbre, Freedonia ve seguridad "te da una tranquilidad grande porque no hay nadie tirando del hilo", añade su batería.
Pero todavía tienen mucho más que contar. "No solo hemos apostado por la autogestión, también sellamos nuestro trabajo bajo la licencia de creative commons dejando fuera a la SGAE. Sí que hemos elegido un camino diferente y quizás un poco más duro, pero forma parte de nuestra filosofía como banda: poder tener un control total de todo el proceso de creación de nuestra música".
"Nosotros grabamos en analógico y nos encanta"
Si trabajar sin una empresa a sus espaldas es uno de sus pilares, el segundo sin duda es su peculiar sonido. "Nosotros grabamos en analógico y nos encanta", reconoce el guitarrista Ángel Pastor. "Una compañía discográfica lo que quiere es que el producto salga rápido y por eso para ellos es más cómodo grabar en digital. Si uno se equivoca en una nota tocando la guitarra, ella desafina en un momento determinado, o un bongo no entra en su sitio, es tan simple como ir al ordenador y corregirlo con un solo clic del ratón" pero eso para ellos suena a artificial.
Con la sinceridad por delante y en busca de una calidad máxima, los diez miembros de Freedonia se encierran a grabar en analógico sin parar desde que suena la primera nota hasta que llega el silencio final que indica que la canción ha terminado sin ningún fallo a retocar. Solo cuando esta decena de músicos ejecutan al 100%, aparece la "señal de ok" para pasar a grabar el próximo track. "Una compañía al uso no permitiría este método aunque, en nuestra opinión, es lo que le da viveza a la música" y más si hablamos de soul.
El vinilo, ¿moda, demanda o necesidad?
Freedonia incumple los tres pilares de la grabación según la empresa: rapidez, pragmatismo y ahorro; pero a cambio consiguen un sonido limpio e inigualable. Perfecto para ser reproducido en un tocadiscos de vinilo y sentirlo como un directo. "No hay una empresa de por medio velando por un interés económico. Nosotros velamos por un interés musical".
Al preguntarles por el vinilo, no pueden esconder risas y sonrisas que hablan de la polémica que ha despertado el resurgir de este formato, en muchas ocasiones por cumplir con una moda musical y, otras, para reivindicar un estilo. En Freedonia piensan que "el sonido del vinilo es el mejor para el tipo de música que hacemos" aunque a título personalIsrael Checa (batería) apostaría porque todo suena siempre mejor si sale de una aguja rasgando un vinilo.
En definitiva: tecnología analógica, vinilo, sello libre... o como ellos mismos dicen "una música mucho más orgánica" que culmina en un show enérgico para definir la libertad de Freedonia.