Los manifestantes opositores ucranianos tienen retenidos a 67 policías, capturados durante los violentos disturbios que se viven en las calles de Kiev. «Durante los ataques contra los efectivos de los órganos del Ministerio del Interior fueron capturados 67 soldados. Se desconoce su estado de salud y su suerte», informan las autoridades a través de un comunicado. Por su parte, la oposición estima en más de cien los muertos en la capital tras recrudecerse la violencia. Sigue la cobertura informativa de los enviados especiales a Kiev «Desde el principio de la confrontación hemos perdido más de 100 personas», asegura Alexandr Turchínov, uno de los dirigentes del principal partido opositor, Batkivschina (Patria), desde la tribuna de la Rada Suprema o Parlamento de este país. Mientras, el ministerio de Sanidad informa en un comunicado que los muertos son 67 -entre los que figuran 13 policías, según Interior- y precisa que 11 de ellos fallecieron en hospitales. Además, se estiman en más de un millar los heridos en los enfrentamientos, la mayor parte en la sangrienta jornada de hoy, ya que hasta esta mañana, cuando aún estaba en vigor la tregua acordada el miércoles entre autoridades y oposición, habían muerto unas 30 personas. A su vez, el diputado Sviatoslav Janenko del partido opositor ucraniano Svoboda (Libertad), asegura que 60 personas habrían muerto hoy en Kiev en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. La policía «está utilizando balas de combate comunes y antiblindados. Disparan a matar», señala. El opositor, jefe del servicio médico del denominado Estado Mayor de Resistencia Nacional, indica que la mayoría de los muertos y heridos se ha producido junto la plaza de la Independencia (Maidán), corazón de las protestas que estallaron en Kiev hace tres meses. El ministro ucraniano del Interior, Vitali Zajarchenko, ha ordenado la entrega de armas de combate a los efectivos policiales y advierte de que la ley les permite utilizarlas contra los extremistas. Según un comunicado del departamento de Interior, durante los violentos disturbios que estallaron en las calles de Kiev los manifestantes opositores ucranianos han retenido a 67 efectivos, de quienes «se desconoce su estado de salud y su suerte». Avisa además de que, «para la liberación de sus colegas, las fuerzas de seguridad tienen derecho a emplear todos los medios que les permite la ley, incluidos las armas». Mientras, el alcalde de Kiev, Vladímir Makéyenko, ha abandonado el gobernante Partido de las Regiones en repulsa por el estallido de un nuevo brote de violencia.«Mi prioridad es salvar las vidas de los ucranianos. Ni un solo oligarca, ni un solo político ha muerto. Yo, como jefe de la Administración de Kiev, me dedico a sepultar a decenas de gente de a pie», afirma Makéyenko en un mensaje colgado en la página web del Ayuntamiento. Además, llama a los diputados a colocarse como «escudo humano» «entre los ciudadanos de Ucrania uniformados y los ciudadanos de Ucrania de civil». El dirigente opositor Vitali Klitschkó llama a Yanukóvich a convocar elecciones presidenciales anticipadas para poner fin a la violencia. «El derramamiento de sangre continúa. El presidente Yanukóvich debe convocar elecciones presidenciales anticipadas. Es el único medio de frenar la violencia», afirma Klitschkó en un mensaje a los ucranianos. Los opositores consideran que las autoridades han querido escenificar el nuevo estallido de la violencia callejera aprovechando la llegada a la ciudad de los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia para demostrar, a ojos de la comunidad internacional, que los manifestantes son unos extremistas violentos. La maratoniana reunión entre Yanukóvich y los jefes de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier; francesa, Laurent Fabius, y polaca, Radoslaw Sikorski, se ha prolongado durante más de seis horas, pero se desconocen sus resultados. Los diplomáticos, que salieron de la reunión sin hacer declaraciones, han decidido prorrogar su estancia en la capital ucraniana hasta mañana, viernes. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha enviado a Ucrania al Defensor del Pueblo, Vladímir Lukín, para mediar entre las autoridades y la oposición tras el estallido de los nuevos disturbios en Kiev. Durante una conversación telefónica «el presidente de Ucrania propuso al jefe del Estado ruso que enviara a Kiev a un representante ruso para su participación en un proceso negociador con la oposición en calidad de mediador», afirma Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Por su parte, Estados Unidos opta por conminar a Yanukóvich a «retirar inmediatamente» del centro de Kiev a las fuerzas de seguridad, que están utilizando balas de combate comunes, según la oposición, y a «respetar el derecho a la protesta pacífica».