El Airbus A310 del 45 Grupo de Ejército del Aire medicalizado que ha repatriado desde Liberia al religioso español Miguel Pajares, infectado del virus del ébola, ha aterrizado a las 8:10 de esta mañana a en la base aérea de Torrejón de Ardoz. El sacerdote y la monja que lo ha acompañado en el viaje ya están en el hospital Carlos III de Madrid. El Airbus A310, equipado con todas las medidas médicas y de seguridad para evitar contagios a la tripulación y el personal médico que viaja en él, despegó a las 2:30 horas desde el aeropuerto de Monrovia, a donde había llegado sobre las 18.30 horas de ayer desde Madrid. El Airbus tenía previsto una escala de una hora y media pero hubo de retrasarse porque el misionero y la monja no se encontraban en el aeropuerto y hubo que ir a buscarlos al hospital San José de Monrovia, según explicaron a Efe fuentes de Defensa. Además, se perdió mucho tiempo en buscar un transporte adecuado para su traslado hasta el aeropuerto en condiciones adecuadas para el enfermo. El sacerdote y la monja ya están en el hospital Carlos III El religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, y la misionera Juliana Bohi han llegado a las 9.30 horas al hospital Carlos III, donde serán ingresados para recibir tratamiento. Tras su aterrizaje en la base de Torrejón, los dos religiosos han sido trasladados al hospital Carlos III de Madrid, donde están activados los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud, que garantizan un riesgo mínimo para la atención a los pacientes con este tipo de enfermedades. El religioso, de 75 años, será internado en un pabellón de aislamiento que cuenta con habitaciones de presión negativa con un circuito especial de entrada y de salida de los sanitarios, y con ducha para antes y después de quitarse el traje de seguridad. La directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, explicó ayer que todos los trámites se han realizado para que «la seguridad esté absolutamente garantizada para toda la sociedad y todos los españoles». Miguel Pajares, toledano y de 75 años, permaneció aislado desde el pasado viernes en el hospital San José de Monrovia, en Liberia, junto con otras cinco personas , después de la muerte de su director, el hermano Patrick Nshamdzea, a quien el religioso español cuidó. El enfermo ya había declarado, antes de conocer que estaba infectado, su deseo de ser trasladado a España para recibir una atención sanitaria adecuada. «Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda», comentó entonces el religioso.