Confiesa que viene de divertirse en su pueblo. De sentirse uno más entre sus vecinos y de pasárselo bomba. Se intuye que, pese a ser una estrella de la televisión -por más que le pese reconocerlo... y le pesa-, Jordi Évole aún siente el arraigo de su gente. También se autodefine como «sobrevalorado» en lo tocante a su trabajo. Este lunes, en la entrevista en «Hoy por Hoy» con Gemma Nierga, Jordi Évole se ha desmitificado a sí mismo: «Solo sirvo para preguntar... y poco más». «Solo sirvo para preguntar... y poco más», le ha dicho un Jordi Évole sonrojado y con tono de vergüenza -la que da el elogio- a Gemma Nierga en la charla que ambos han mantenido en «Hoy por Hoy» este lunes donde el presentador ha hablado de la nueva temporada de su programa en laSexta, «Salvados», que se estrena este próximo domingo. Évole ha querido desmitificarse a sí mismo. Y ha errado en el intento, pues precisamente por eso, porque «solo sirve para preguntar», es por lo que la audiencia le ha encumbrado. Évole se ha pasado casi la totalidad de los 20 minutos de entrevista intentando dotar de absoluta normalidad lo que él hace en «Salvados»... como si el espectador asistiera a algo así cada vez que enciende su televisor. Por el contrario, es tan poco habitual ver en televisión que alguien sabe preguntar y quiere, que ese público, cuando ve a Évole, le anima a seguir haciéndolo: «Una de las cosas que me dicen mucho es dales caña.», ha confesado y ha añadido: «Es uno de los eslóganes más repetidos porque yo creo que hay mucha hartura». Hartura generalizada en el ciudadano de a pie que ha llevado a que muchos incluso le vean como un candidato idóneo para ocupar un escaño o un puesto en el gobierno. Un traje para el que Évole no encontraría su talla: «En la política deben estar los mejores y este ha sido un error que hemos tenido en los últimos años» , ha dicho a Gemma. Un catalán independentista en Sevilla «Salvados» se ha acostumbrado a comenzar sus temporadas por todo lo alto. Creando la expectación no solo del tradicional «volvemos», sino del «mira cómo volvemos». Si en la temporada anterior en la primera cita con la audiencia ofreció un debate sobre Cataluña sentando frente a frente a Felipe González y Artur Mas, en esta ocasión, el tema vuelve a ser el mismo pero los protagonistas, otros. Este domingo, «Salvados» emitirá la experiencia de Oriol Junqueras (presidente de Esquerra Republicana de Cataluña) en su viaje a Sevilla en el que, Jordi Évole le pidió que durante un día intentara convencer a una familia sevillana de sus intenciones dentro del proceso independentista. «Flipé con el recibimiento y el trato que le dieron a Oriol en Sevilla», ha comentado Évole sobre sus jornada de grabación en tierras andaluzas a la vez que ha aprovechado para desmentir una información de ABC en la que se aseguraba que el lider de Esquerra fue increpado a su llegada a Sevilla con gritos de «vete a tu país». Del mismo modo, Évole ha aprovechado este hecho para reflexionar sobre la responsabilidad que tienen los medios en este tipo de cuestiones políticas: «La imagen que se da en algunos medios está distorsionada por intereses», ha afirmado refiriéndose a medios de los dos extremos. «Si entre todos ayudamos a dar una imagen más real de lo que está pasando, comprobaremos que realmente no está pasando nada», ha dicho a Gemma Nierga el presentador catalán haciendo referencia a que, a nivel de calle, los ciudadanos llevan este tema con mucha más tranquilidad y sosiego de lo que se puede creer leyendo o escuchando según qué medios de información. Évole sigue lamentando la postura tanto de los políticos catalanes como del gobierno central. «No puede ser que tengamos gobernantes que no den su brazo a torcer» ha sentenciado Jordi que, en lo tocante al tema catalán ha lamentado que «en un año, el mayor debate público haya sido el que mantuvieron Felipe y Mas» en «Salvados». Se le escapó Jordi Pujol Preguntado por Gemma y Carles Peña sobre su entrevista a Jordi Pujol de hace un tiempo en la que conversó con el expresident de corrupción política, Évole ha sido muy crítico con el trato que se le ha dado a Pujol en Cataluña durante años, afirmando que se ha hecho «la vista gorda» y ha pedido a la prensa «que no volvamos a mitificar a ninguno de nuestros políticos y estemos más vigilantes». Considera que si ahora Pujol ha pasado a ser un mito caído es por cómo se ha vendido su gestión durante años en los medios catalanes: «En Cataluña hemos crecido viendo a Pujol como un súperhombre». El equipo de «Salvados» ha intentado entrevistar de nuevo a Pujol para esta nueva temporada, pero como el propio Évole ha explicado bromeando: «antes llamabas a su oficina y descolgaban el teléfono respondiendo oficina del presidente Pujol, dígame; ahora solo dicen dígame». Con Pujol o sin él, con Oriol Junqueras o sin él, con los EREs andaluces, con los recortes, con el paro... Con cuestiones que preocupan y hacen sentarse al espectador delante de la televisión Jordi Évole seguirá trabajando una temporada más en «Salvados». Afirma que quiere ir por la vía del medio, aunque sea consciente que es la más complicada porque «te critican de un lado y del otro»; pero su máxima está clara: «no voy a permitirme el lujo de tirar la toalla ahora, voy a explicar lo que está pasando de la manera más tranquila». Sabe que el éxito, la fama y, sobre todo, los halagos en televisión se esfuman con la misma celeridad que llegan: «Todo es muy circunstancial. Un día, dejaremos de estar [él y Salvados] y no pasará nada. Absolutamente, nada». Pero seguro que su audiencia se conforma con que mantenga sus aspiraciones: «aspiro, algún domingo por la noche, a pegar algún pellizco gordo a alguien al que hace tiempo que no le pellizcan». Jordi Évole, un hombre que sirve para preguntar... y poco más.