10 actitudes que debes cambiar ahora mismo cuando usas tu móvil
Dejar el móvil en la mesa cuando vas a comer o revisarlo constantemente sin motivo alguno: ¿cuáles de estas malas prácticas te definen?
Madrid
Si nos pusiéramos a enumerar malas prácticas con el uso de teléfonos móviles, seguramente no nos cabrían en un solo decálogo. Pero una empresa catalana ha elaborado uno en el que intentan dar respuesta a algunas de las más comunes. Tener el móvil en la mano constantemente o interrumpir una comida por una llamada son algunas de ellas, pero crecen en número otras más molestas como las que te describimos a continuación.
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“Nuestra intención es que la gente no caiga en malos hábitos y que no se produzcan adicciones al ‘smartphone’ o la nomofobia, que es el síndrome del miedo a salir de casa sin el móvil”, nos explica Carles Boronat del grupo Monsan. Es curioso, porque su empresa se encarga de diseñar sistemas de micropagos que utilizan aplicaciones del estilo de Candy Crush. Y de adicciones a este y otros juegos podemos hablar largo y tendido.
1. Las llamadas, más tarde
No a la hora de comer ni cuando estamos conversando. Cuando teníamos teléfonos fijos (y con cable) nada de esto pasaba. La falta de cables es un gran avance, pero implica otras muchas desventajas, y una de ellas es llevar constantemente un localizador encima. Una llamada implica inmediatez.
No puedes interrumpir a una persona con una llamada, salvo que sea urgente. “Cuando estoy sentado a la mesa y alguien coge una llamada, yo suelo llamar a otra persona justo cuando ella termina para que se dé cuenta del inconveniente que supone para mí”, explica. La mayoría de estos comportamientos se podrían corregir con simples normas de comportamiento y etiqueta.
2. Un WhatsApp: “Ahora no puedo”
No coger en un momento dado el teléfono no significa ser una persona maleducada. “Una de nuestras recomendaciones es que no debemos requerir la atención inmediata cuando llamamos a alguien”, explica Boronat. Por este motivo, en un momento dado podemos no coger el móvil.
Los iPhone y algunos teléfonos con Android incorporan una función denominada ‘Mensaje’. Te permite enviar un SMS automáticamente cuando rechazas una llamada. De esta forma, podrás decirle a la otra persona que no puedes hablar y que llamarás más tarde.
Simplemente, pulsa ese botón en vez de colgar, y notificarás a esa persona. Si no, puedes enviarle un WhatsApp.
3. ¿Por qué dejas el teléfono encima de la mesa cuando comes?
“No tiene sentido, está bien en el bolsillo, ¿por qué la gente lo saca cuando se pone a comer? No es solo descortesía, es que encima queda horrible”. Esta es la imagen de cualquier comida. Ponemos los móviles encima de la mesa pero no se nos ocurre dejar también las llaves, la cartera o el abrigo.
Es más, en los espacios públicos —y esto también tiene mucho de normas de comportamiento— lo más lógico sería silenciar el móvil cuando estamos reunidos o comiendo y, obviamente, tenerlo bien guardado.
Boronat comparte que puede ser bueno evitar estas actitudes realizando juegos como que el primero en poner un móvil sobre la mesa pague la cuenta. Muchos de los integrantes se darán cuenta de que no eran conscientes antes de ese pequeño ‘tic’ de poner el teléfono a la vista.
4. El modo avión te permite volver a la tierra
No tienes por qué estar siempre disponible para los demás. También tienes derecho a tener vida. Activa el modo avión y siéntete libre un rato. Es aplicable a las situaciones anteriores y será una forma efectiva para controlar nuestra dependencia del dispositivo.
Los actuales ‘smartphones’ tardan mucho en apagarse. En vez de eso, simplemente pon el modo avión. De este modo, tu móvil sigue estando encendido, que lo podrás usar rápidamente para sacar una foto o utilizarlo en caso de que necesites llamar de forma urgente. Eso sí, ¡no lo saques salvo que realmente sea urgente!
5. Desactiva el doble check azul
Pero si hay una característica que realmente nos ata al móvil y complica en gran medida el segundo punto, es esta. El hecho de que los sistemas de mensajería nos digan a qué hora se ha leído un mensaje, supone un retroceso porque aumenta la sensación de control.
<p>La guía definitiva, paso a paso, para que desactives la incómoda notificación de lectura de WhatsApp</p>
Recuerda que si tienes un iPhone y envías un mensaje normal a otro usuario con dispositivos Apple, también quedan reflejadas por defecto las horas de lectura. Esto lo puedes desactivar desde ‘Ajustes’, ‘Mensajes’ y dejar desmarcada la casilla de ‘Notificar lectura’. Esto sucede porque en el sistema iOS se utiliza un sistema de mensajería parecido a WhatsApp denominado iMessage, en vez del SMS.
6. Fija un horario
El teléfono te hace estar pendiente constantemente de clientes, familiares y amigos. Boronat pone el ejemplo de sus hijos: “Deben tener un horario para socializar, otro para estudiar y otro para descansar”. Esta misma disciplina de horarios es importante para que nuestros hijos e hijas utilicen correctamente los dispositivos y racionalicen su uso.
Pero esto también es aplicable a las personas adultas. Fijar unas horas de uso del teléfono en las que podemos estar localizables es fundamental, sobre todo si se trata de llamadas de trabajo.
La mayoría de ‘smartphones’ traen sistemas denominados ‘No molestar’. Gracias a ellos, puedes desactivar automáticamente las llamadas entrantes durante una serie de horas. En el caso del iPhone, solo debes acceder a ‘Ajustes’ y ‘No molestar’.
Si tu móvil lleva Android en su última versión, debes acceder a ‘Ajustes’, ‘Sonido y notificaciones’ y elegir la opción ‘Interrupciones’, con la que podrás hacer que el teléfono se silencie durante unas horas, salvo las alarmas y avisos importantes.
7. Modula el tiempo que dedicas a cada llamada
Boronat nos recomienda planificar nuestras llamadas con un objetivo. Solo de esta forma podremos conseguir que las llamadas sean cortas y así robar menos tiempo a la persona que está al otro lado del teléfono. “Si, cuando tienes una reunión con un cliente, preparas un guión, lo lógico sería hacerlo también también en las llamadas telefónicas”.
Quizá no con tanta preparación, pero por lo menos sé consciente de para qué has llamado y cuál es tu objetivo. Puede que, después de pensarlo, te des cuenta de que te valía con enviar un simple mensaje.
8. Un mensaje, no veinte
No hay nada más molesto que enviar cientos de mensajes para decir una sola cosa. El hecho de enviar tres o cuatro mensajes en vez de condensar nuestra idea en uno solo, implica que la persona va a tener el móvil pitando varias veces. Es molesto y estará entendiendo que requiere atención inmediata, cuando en la mayoría de ocasiones no es así.
9. No tener demasiadas apps
Son el fruto de nuestras distracciones, de miles de notificaciones y de que nuestro teléfono vaya más lento. Aunque parezca más una recomendación de rendimiento, también lo es de productividad, y eso desemboca en que usaremos menos tiempo el móvil y la sensación en el manejo será menos frustrante.
10. Un poco de autocontrol
Es la clave de todo lo anterior, pero lo más complicado. Si quieres evitar caer en trastornos como la nomofobia, intenta controlar la situación a tiempo. “Lo primero que debemos hacer es ser conscientes de los usos excesivos”. Como todas las cosas en la vida que se practican en exceso, debemos ser capaces de darnos cuenta de cuándo nos estamos pasando y ponerle coto.
¿Problemas? Entonces consulta con un especialista
Los consejos anteriores no tienen carácter médico. Son simples acciones que cualquier persona puede llevar a cabo con su teléfono y están más basadas en las normas de etiqueta y en los usos sociales, según nos cuentan los responsables del decálogo. No obstante, en caso de que se nos fuera de las manos, la mejor ayuda siempre estará en un especialista.
Para no llegar a estos extremos, podemos hacer un uso racional del teléfono siguiendo algunas de las pautas indicadas anteriormente, y muchos de los trucos que las acompañan te servirán para facilitarte la tarea.