Y casi sesenta años después…
Obama y Raúl Castro se han reunido, se han dado un apretón de manos mirándose a los ojos y han tratado de transmitir ese nuevo espíritu de colaboración
Panamá
Ya está. La reunión entre Obama y Raúl Castro, la primera entre líderes de Estados Unidos y Cuba en más de medio siglo, ha terminado. Algo que hasta hace bien poco parecía impensable ha ocurrido en el marco de la VII Cumbre de las Américas organizada en Panamá.
Los dos presidentes han comparecido en una pequeña sala del centro de convenciones donde se organiza el evento, se han dado un apretón de manos mirándose a los ojos, y han tratado de trasmitir a la prensa ese nuevo espíritu de colaboración que parece dominar ahora las relaciones entre ambos países.
Más información
El cubano ha dicho que de todo se puede discutir, lo que incluiría asuntos como los derechos humanos o la libertad de prensa, aunque haya que hacerlo con mucha paciencia. "Es posible que hoy discrepemos en algo en lo que mañana podemos estar de acuerdo", ha advertido Raúl Castro. El estadounidense, por su parte, ha hablado de "oportunidad histórica", de "pasar página" y de "intentar algo nuevo".
Menos de cuatro meses después del anuncio de que empezaba el proceso para retomar las relaciones, y tras unos días llenos de gestos, de mensajes públicos y privados, y de aproximaciones diplomáticas, la sensación que queda al término de esta Cumbre de las Américas, en lo que respecta a la relación entre Estados Unidos y Cuba es clara: hoy por hoy, no hay marcha atrás.
Falta, por supuesto, concretar asuntos como la reapertura de las embajadas o la salida de Cuba de la lista estadounidense de países que apoyan el terrorismo, pero esa disposición a "hablar de todo", unida a ese "la guerra fría terminó hace tiempo" que Obama incluyó en su discurso en el plenario de la mañana, permiten ser optimistas. En Panamá ha muerto una era.
Rafa Panadero
Ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Cadena SER, a la que se incorporó en 2002 tras...