La protagonista inesperada del BCE era una activista de Femen
Se llama Josephine Markmann aunque públicamente es conocida como Josephine Witt, proviene de Hamburgo, tiene 21 años y es estudiante de Filosofía. En su currículum atesora otras protestas mediáticas, entre ellas, irrumpir en una misa de Navidad en la catedral de Colonia y subirse al altar con el torso descubierto en el que se podía leer “Soy Dios”
Berlín
Para muchos la rueda de prensa del Banco Central Europeo de ayer fue la más interesante de la era Draghi. El momento en el que una joven irrumpió en la mesa del presidente del banco europeo para tirarle confeti al grito de “fin a la dictadura del BCE” no tenía nada que envidiar, informativamente hablando, a los momentos más críticos de la crisis en los que Draghi anunciaba recortes de tipos a mínimos históricos o medidas no convencionales.
La protagonista inesperada de la rueda de prensa de este miércoles se ha ganado tantos titulares y fotos de portada como el anuncio del programa de compra de deuda pública conocido como QE y su impacto en las redes sociales ha sido muy superior. Horas después del escándalo, ha trascendido su identidad. La chica que durante unos segundos logró paralizar a Draghi es una activista de Femen. Su nombre es Josephine Markmann aunque públicamente se hace llamar Josephine Witt. Tiene 21 años, proviene de Hamburgo y es estudiante de filosofía. No es una novata en esto de llamar la atención y acaparar la atención de los medios. En su currículum atesora algunos de los momentos clave que la organización Femen ha protagonizado en Alemania.
En abril de 2013, la joven activista firmó una de sus protestas más célebres, al presentarse con los senos al aire durante la Feria de Hannover ante Angela Merkel y Vladimir Putin. La foto recorrió el mundo.
Ocho meses después, Josephine Markmann irrumpió en una misa de Navidad en la Catedral de Colonia. Con el torso desnudo, se subió al altar del templo mientras los feligreses podían leer en sus pechos la frase “Soy Dios”. Por esta acción tuvo que responder ante los tribunales y fue condenada al pago de una multa. Posteriormente declaró que “no lo haría nunca más porque no se trataba de interrumpir un servicio religioso, sino de difundir un mensaje”.
También en diciembre de 2013 dio el salto a la televisión para protestar en directo en el Talkshow de la televisión pública ZDF “Markus Lanz” contra la celebración del Mundial de fútbol en Catar en 2022. En esta ocasión pintó sus pechos como balones de fútbol rodeados de sangre y en su torso desnudo se podía leer “sangre y juego”.
Ayer en Frankfurt la protesta fue más decorosa. La activista compartió su satisfacción a través de twitter asegurando minutos antes de las seis de la tarde que “la seguridad del BCE era tan buena como la de Putin” y que ya había abandonado la comisaría de policía. La joven entró en la nueva sede del BCE acreditándose como periodista con un nombre falso. Pasó los controles de seguridad y su bolso fue escaneado. En su interior el “arma” que conseguía sembrar el pánico por unos segundos en la sala de prensa del BCE: una bolsa de confeti.