El Madrid resuelve pero pierde a Bale y teme por Modric para la Champions

No ha sido el del Madrid un partido para coger moral de cara al vital encuentro de la Champions del miércoles. Los blancos se limitaron a cumplir ante el Málaga para no perder comba en la Liga después de que el Barcelona se impusiera también con ciertos apuros al Valencia pocas horas antes.

Quizá influyó la pérdida de uno de sus principales valores en los instantes iniciales del partido. Gareth Bale se lesionó solo y no estará ante el Atlético en el Bernabéu. Ancelotti se quita un problema de encima, el de elegir once y esquema, pero pierde a uno de los hombres básicos de ese dibujo en el que tanto confía y que termina siempre en la BBC.

Será un encuentro para Isco, que ante el Málaga -su antiguo equipo- no cuajó un gran encuentro. Tampoco fue el de Cristiano. Ni de Modric. De hecho, el croata se tuvo que marchar del campo con un golpe en una rodilla. En el Real Madrid la preocupación es máxima porque puede perderse, como Bale, el encuentro del miércoles.

Ganó el Madrid, pero sin brillantez. Siempre fue por delante en el marcador, pero tardó demasiado en cerrar el partido. El Málaga tuvo sus momentos y no supo materializarlos. Sí lo hizo el Madrid aunque también tuvo que sufrir algunas buenas paradas de Kameni. La primera, en una ocasión de Chicharito.

El camerunés, sin embargo, no pudo hacer nada en el primer gol del encuentro, que vino de una falta lanzada por Cristiano desde el costado izquierdo. Remató la ocasión Sergio Ramos, que estaba en boca de gol al filo del fuera de juego. Lo reclamaron los malagistas, pero el defensa estaba, a juicio del colegiado y por lo visto en las imágenes de televisión, en línea.

Así se le puso de cara el partido al Madrid. Era lo mejor que le podía pasar. Bueno, no. Lo mejor habría sido una pronta sentencia. Sin embargo, eso no llegó. Y eso que el Málaga dio algunas facilidades en defensa. Pero al Madrid le faltaba un poco de velocidad y quizá algo de verticalidad. El Bernabéu echó de menos, sin duda, al mejor Isco, el hombre en cuyo talento tanto confía.

Es más. De la primera parte solo hay que quedarse con el gol y una maniobra magistral de Cristiano a Angeleri. Intentó algo parecido Marcelo instantes después. Cayó al suelo ante la desesperación de Ancelotti.

El Madrid se marchó al vestuario sin rematar. Y siguió así mucho tiempo. Tuvo ocasión para hacerlo en el penalti cometido por Castillejo a James. Lo lanzó Cristiano Ronaldo, pero mandó la pelota al palo. No siempre acierta el hombre que está a punto de marcar su gol número 50 esta temporada.

En cualquier caso, el Madrid logró el 2-0 rápidamente. Gran jugada de James colándose por la sala de máquinas del Málaga. Nadie pudo pararlo. Sus paredes -la última con Cristiano- fueron de libro. Llegó al área de los jugadores de Javi Gracia listo para ejecutar a Kameni y llevar la tranquilidad a la grada.

Tampoco esa sensación duró en la afición blanca. Porque, en una nueva muestra de falta de tensión, el Málaga acortó diferencias en el marcador. No llegó esta vez la jugada desde las botas de Amrabat, el jugador con más peligro esta tarde en las filas del equipo andaluz, sino desde las de Recio. Sirvió en la derecha al área, donde estaba Juanmi para hacer el 2-1. Pepe casi no lo vio. Tampoco Casillas.

El equipo de Ancelotti sufrió hasta el último momento. Tuvo Amrabat ocasión de marcar de cabeza en el área pequeña del Madrid, pero no llegó a impactar la bola. El susto debió tocar algún resorte en el equipo blanco, porque cuando el árbitro dijo que había que añadir tres minutos llegó la sentencia.

Fue en una jugada muy rápida en la que la bola le llegó a Chicharito en la derecha. El mexicano vio solo en boca de gol a Cristiano. La empujó el portugués para, ahora así, marcar su tanto número 50 en la temporada. Casi nada. Era el 3-1. Se quedó con las ganas de hacer otro y decidió tirar cuando podía haber puesto el cuarto en las botas de James.

Así llega el Madrid al partido de la Champions ante el Atlético. Sin Bale, pero sabiendo que es su partido clave esta temporada. Porque no puede permitirse acabar la temporada sin ganar después de ocho partidos ante los rojiblancos. Y, sobre todo, porque tiene prohibido quedarse fuera de la lucha por el título que defiende.