Alimentos que no son lo que parecen
La Organización de Consumidores y Usurarios (OCU) ha elaborado una lista para advertir a los consumidores sobre los productos del supermercado que no son lo que parecen
Madrid
¿Quién no ha comprado algo que cogió pensando que era una cosa y resultó ser otra diferente a lo esperado? Lo dice la OCU: "Si no sabes lo que comes, tampoco sabrás quién eres".
Por ello, la organización ha llevado a cabo un estudio para "abrir los ojos" a los consumidores respecto a este tipo de "engaños" en los que caemos prácticamente a diario, ya sea por prisas o por falta de atención a la hora de leer el etiquetado.
Estos son cinco de los alimentos de consumo habitual que ha destacado la organización como "especiales" por no ser lo que parecen.
Zumos
Este alimento que, aparentemente, es sano y natural puede resultar ser una pequeña bomba para los niveles de azúcar. Detrás de marcas tan populares como Granini, Disfruta o Don Simon Orange se esconden productos que poco tienen que ver con un zumo recién exprimido.
Por ejemplo, el producto estrella de Granini, el más vendido y el que está en todos los lineales del supermercado, no es un zumo: es un néctar. Solo la mitad de un néctar es fruta. La otra mitad es azúcar con agua. Los néctares suelen ser más caros que los zumos. La clave es fijarse en la letra pequeña y no en la foto.
Jamón york
Y "york" no es jamón. Bajo la denominación "York" no hay jamón, sino otras carnes de cerdo. Preparadas de la misma forma, pero de piezas menos nobles y, como era de esperar, más baratas.
También es habitual ver jamón "extra jugoso". En contra de lo que parece, "extra jugoso" se traduce a menor calidad: más agua y menos jamón.
Queso rallado
Queso rallado para gratinar que no tiene queso. En realidad lo que se esconde dentro de este sobre es un producto lácteo creado a partir de grasas vegetales más baratas que la grasa láctea. No se funde con tanta facilidad como un queso de verdad y suele quemarse al gratinar.
Carne picada
Más allá de carne picado, la mayoría de las bandejas de los supermercados bajo este nombre son en realidad preparados.
Según la OCU, entre el 65% y el 90% es carne, pero el resto son espesantes, almidones, proteína de soja, conservantes y colorantes.
A primera vista, parece un producto barato pero quizás no lo es tanto si tenemos en cuenta que poco de lo que aparece en la bandeja es carne y que la proporción de grasa es importante.
Calamares
Parecen anillas de calamar, pero lo que solemos encontrar en supermercados y pescaderías es pota.
Visualmente son parecidos, pero se trata de otra especie: suelen ser más grandes y duras. Como consecuencia de este último aspecto, se someten a un procesado con agua y fosfatos para hacerlas más tiernas y blanquearlas.
Lógicamente, son considerablemente más baratas que el calamar y, aunque se vendan frescas, lo habitual es que sean descongeladas (debe estar indicado claramente).