Juncker advierte que el 'no' en el Referendum implica el rechazo de Europa
El presidente de la Comisión abre la puerta a un acuerdo de última hora pero condicionado a que Tsipras se retracte de sus acusaciones lo que lo hace increíble y pide el 'sí' a los griegos
El presidente de la Comisión Europea ha pedido a los griegos que voten sí en el referéndum del domingo.
Madrid
El presidente de la Comisión advierte que el 'no' implica la salida del euro y pide el 'sí' al ciudadano griego para evitar "una catástrofe". A su favor, el miedo que pueda generar entre los ciudadanos el bloqueo de las cuentas bancarias. "Un 'no' quiere decir que Grecia dice no a Europa" ha dicho Juncker, "al margen de cómo se formule la pregunta, algo que aún desconocemos".
Es la misma estrategia que Merkel dirigió el año 2011 contra Papandreu y que costó la dimisión al ex primer ministro griego que en aquel caso no llegó a convocar el Referéndum.
Esta vez, en las Instituciones esperan el voto del domingo, convencidos que el 'sí' del ciudadano griego obligará a dimitir al gobierno Syriza y aunque con caos, permitirá reabrir las negociaciones que podrían cerrarse de manera muy rápida con un gobierno nuevo.
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Y esto a pesar de que Juncker también ha dicho que se podrían movilizar las cosas para un acuerdo de última hora, en el que nadie cree porque el mismo lo condiciona a que Tsipras dé marcha atrás y retire todas sus acusaciones contra la política de las Instituciones,
El problema es determinar el tiempo que implica este escenario aunque todas las fuentes consultadas mantienen que la culpa es de Tsipras por haber convocado unilateralmente la consulta del próximo domingo.
Y así lo ha dicho Juncker, "estoy decepcionado, ni yo ni Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo, merecemos las críticas de las que estamos siendo objeto porque nos hemos dejado la piel para este acuerdo".
El Presidente de la Comisión ha reiterado el mensaje oficial: Grecia retiró a los negociadores este pasado viernes sin avisar y con voz cansada, ha desglosado el escenario: los griegos se han levantado de las negociaciones, convocando un Referéndum unilateral que impide terminar el acuerdo "cuando estaba más cerca y después de enormes esfuerzos".
Lo que han perdido es un programa de reformas muy "flexibilizado", respecto al que obtuvo en su día el gobierno Sámaras y que en estas últimas horas la Comisión aun ha mejorado, eliminando parte de los problemas que como los plazos para la reforma de las pensiones o el IVA para los restaurantes centraba la polémica en las últimas horas.
Un proyecto que Bruselas deja de referente para que sirva de reflexión al ciudadano griego al que Juncker le ha reclamado el 'sí' asegurando que "el 'no' sería desastroso para el futuro".