Los ecologistas advierten de los riesgos del 'fracking' cerca de Garoña

Burgos

Los ecologistas han advertido de que los sondeos para buscar gas natural mediante el uso del fracking en zonas cercanas a la central nuclear de Garoña, en el norte de Burgos, constituyen un riesgo. La escasa distancia, de solo unos kilómetros en línea recta, entre varios de estos puntos puntos y la instalación debería suponer la denegación inmediata de los permisos. Así lo considera Francisco Castejón, portavoz en temas nucleares de Ecologistas en Acción y especialista en energía atómica.

Castejón recuerda que se trata de autorizaciones que se están tramitando actualmente y están en fase muy avanzada.

También advierte de que el riesgo de un accidente grave por movimientos sísmicos asociados a la fractura hidráulica sería mayor con la central operando.

Sin embargo, también considera que con la central parada (Garoña está desconectada de la red desde finales de 2012) se mantendrán en las instalaciones elementos que poddrían provocar una fuga radiactiva, como combustible irradiado y agua contaminada del circuito primario de refrigeración y la piscina de combustible.

El portavoz ecologista asegura que en Estados Unidos hay numerosos estudios que relacionan el uso del fracking con movimientos sísmicos, aunque entiende que el interés económico de las empresas que apuestan por esta técnica provoque que se intenten poner en duda.

Para Castejón, solo el hecho de que exista un riesgo de provocar movimientos sísmicos por encima de cuatro grados en la escala de Richter aconsejaría denegar cualquier permiso de fracking cerca de instalaciones tan sensibles como una planta nuclear.