París, escenario de una cumbre decisiva
Los discursos de 150 jefes de estado que asisten a la Cumbre del Clima de París marcarán el éxito o fracaso en la dura negociación de un acuerdo mundial para frenar el cambio climático
El mundo busca un acuerdo global para frenar el cambio climático.
París
En París, 150 Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo tienen una nueva, y quizá también última oportunidad, para poder frenar los efectos más catastróficos del cambio climático. Algunos de ellos ya están en la capital de Francia, pero la mayoría llegarán el lunes cuando comience la vigésimo primera Cumbre del Clima de la ONU, que puede ser histórica si, al final, de aquí sale, por fin, un nuevo acuerdo mundial que sea capaz de reducir de forma drástica las emisiones mundiales de los gases que emiten los combustibles fósiles, es decir, los derivados del petróleo y el carbón.
A esta la Cumbre del Clima de París asisten delegaciones de 196 países que estarán negociando este acuerdo durante las próximas dos semanas, pero los discursos de los máximos dirigentes del planeta serán decisivos, sobre todo, los de los mandatarios de las dos naciones que más cantidad de CO2 emiten a la atmósfera: Estados Unidos y China. Tanto Barack Obama como el presidente chino vienen con "un pan debajo del brazo" porque firmaron un pacto de mínimos a principios de años: por primera vez, los chinos se comprometieron a poner un tope a sus emisiones en el año 2030 y, a cambio, los estadounidenses reducen sus emisiones un 28% en el 2025.
Europa tira del carro
Sin embargo, Estados Unidos y China siguen lejos de la postura de la Unión Europea, el único actor en esta ya larga negociación que se toma en serio la advertencia de los científicos de que la temperatura media de la Tierra no debería subir más de dos grados centígrados... y ya llevamos un grado y medio. La UE ha aprobado ya rebajar sus emisiones de CO2 un 40% en el 2030, si las demás potencias hacen también lo mismo.
A diferencia de otras cumbres, esta vez, Naciones Unidas pidió a los países que presentaran con antelación sus compromisos voluntarios de reducción de emisiones y la iniciativa ha tenido un éxito moderado: 177 naciones han desvelado su plan, pero no se llega al mínimo marcado por la ONU, porque, según los cálculos oficiales, la temperatura media de la Tierra subiría 2,7 grados centígrados.
Largo Plazo
Aunque haya acuerdo, no entraría en vigor hasta el año 2020 y también está por ver si es vinculante o no. Y quizá algo todavía más importante: si los objetivos de reducción se revisan cada cinco años, como algunos piden, porque este tratado podría tener un periodo de aplicación muy amplio: hasta el año 2050, cuando los científicos del IPCC, el Panel de expertos de la ONU sobre el cambio climático.
Hace seis años, la Cumbre del Clima de Copenhague terminó en un rotundo fracaso y con la comunidad partida en dos. Por un lado, China y Estados Unidos. Por otra, la Unión Europea. Pero, por lo menos, en aquella reunión, la primera a la que asistieron los Jefes de estado, se puso en marcha un Fondo Verde para ayudar a los países más pobres del planeta para poder hacer frente a los desastres provocados por el recalentamiento de la Tierra, como sequías, olas de calor, inundaciones... este año, se han movilizado unos 65.000 millones de dólares con este objetivo y se espera llegar a los 100.000 millones anuales en el 2.020. Por lo tanto, el acuerdo, también si hablamos de salvar el planeta es aún posible.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...