El director del FBI, James Comey, asegura que «no hay indicaciones» que demuestren que los presuntos autores del tiroteo de San Bernardino (California), en el que murieron 14 personas, pertenecieran a una célula terrorista más amplia. No obstante, el jefe del FBI confirmó que hay indicios de que los dos presuntos autores del tiroteo del miércoles estaban en un proceso de «radicalización» y sus actos podrían haber sido inspirados por grupos terroristas extranjeros. «Hasta ahora no tenemos ningún indicio de que estos asesinos formen parte de un grupo organizado más grande o parte de una célula. No hay ninguna indicación de que son parte de una red», dijo Comey en una rueda de prensa en Washington, acompañado por la Fiscal General del país, Loretta Lynch. Horas antes, el director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, informó de que el tiroteo, que también dejó 21 heridos, está siendo investigado como «un acto de terrorismo». Comey restó importancia a las informaciones de que uno de los dos sospechosos hubiera estado en contacto con sujetos investigados por el FBI. Comey confirmó que en los días anteriores al tiroteo los presuntos autores, Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, trataron de borrar información de algunos de sus dispositivos electrónicos, por lo que consideran que el tiroteo fue premeditado y planeado con antelación. Sin embargo, según cuenta Los Angeles Time, Syed Farrok había establecido contactos previos con miembros de, al menos, dos organizaciones. Una de ellas sería la filial de Al Qaeda en Siria, Al-Nusra. El diario cita como fuente de estas informaciones a un funcionario federal. Por su parte, The New York Times ha publicado este sábado un editorial en portada en el que ha pedido un mayor control de las armas de fuego después de los tiroteos perpetrados por la pareja. Se trata de la primera vez que lo hace desde 1920.