La minera de uranio que contrató a Lamela compró suelo al alcalde del PP de Retortillo por el doble de su precio
El entonces regidor de Retortillo (Salamanca) hoy ya fuera del consistorio, concedió permisos municipales a la empresa australiana Berkeley que proyecta la polémica de uranio. Las oficinas de la empresa minera se han instalado en la finca que antes pertenecía al alcalde del PP
Madrid
Veinte hectáreas de suelo rústico en el paraje conocido como El Sierro chico. A la vista, un terreno pedregoso con un pequeño encinar. La finca 104 del plan parcelario de Retortillo, en Salamanca, fue el lugar elegido por la minera Berkeley, que pretende abrir la que será la única mina de uranio a cielo abierto de Europa para instalar sus oficinas.
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Los terrenos pertenecían a la familia de quien en aquel momento era alcalde del municipio, Javier Santamartina, del Partido Popular. Concretamente eran propiedad de su madre (el regidor es su único hijo).
Berkeley, había solicitado a finales de 2011 los permisos necesarios para su proyecto a la Junta de Castilla y León y al tiempo había comunicado al ayuntamiento de Retortillo su intención de trasladar sus oficinas desde Salamanca al pequeño municipio.
En abril de 2012, el alcalde de Retortillo, Javier Santamartina, otorgó a Berkeley los permisos municipales necesarios para abrir sus oficinas a la minera. Ocho meses después Berkeley compraba la finca familiar del entonces alcalde y comenzaba allí la construcción de su nueva sede.
Al doble del precio de mercado
De acuerdo con la certificación registral de la finca despositada en el registro de la propiedad de Ciudad Rodrigo, su precio de compra fue de 197.414 euros. El equivalente a 10.000 euros por hectárea. Un valor que, según las fuentes consultadas por la SER, está muy por encima del precio de mercado. Según Manolo Serrano, representante de Ecologistas en Acción en la delegación de Salamanca del Consejo Territorial de Urbanismo de la Junta de Castilla y León, "el tipo de terreno de la finca en cuestión está valorado en un máximo de 5000 euros".
La empresa lo atribuye a una casualidad
Desde la empresa Berkeley, aseguran que la compra de la finca familiar del alcalde se debió a una casualidad y niegan haber elegido el emplazamiento por ese motivo. Berkeley explica que eligió ese terreno para sus oficinas por la proximidad de este a la futura mina de uranio que planean. "Todo se hizo de manera legal", insisten.
Mariela Rubio
Redactora de la sección de Política. Cubre la información del Partido Popular. Anteriormente fue redactora...