Brasil aspira a convertirse en el segundo productor de energía eólica en 10 años
Un 75% de la electricidad de este tipo se genera en la zona nordeste del país
Madrid
El embajador de Brasil en España, Antonio Simoes, ha anunciado que su país tiene el objetivo de convertirse en el segundo productor mundial de electricidad obtenida a partir del viento en un plazo de 10 años. Por delante solo quedaría China. En el foro, El Nordeste de Brasil: infraestructuras y energías renovables organizado por el diario EL PAÍS, se ha promulgado el potencial económico de esta zona, dónde se genera un 75% de la energía eólica del país.
El acto ha contado con la participación de personalidades políticas y económicas de diferentes ámbitos. El máximo dirigente del Estado de Ceará, Camilo Santana, pronostica que en 2020 su región alcanzará los 4 GW de energía eólica. Esto implicaría ocupar el segundo lugar en el ranking de productores de Brasil, solo por detrás de Sao Paulo. El Gobernador de Piauí, José Wellington Barroso, también destaca las condiciones de su estado y asegura que allí se da un fenómeno meteorológico, casi único, que es idóneo para la generación de las energías eólica y solar.
Todos los ponentes han coincidido en que la crisis que afecta al conjunto de Brasil no tiene impacto en el nordeste. Según Ted Lago, el presidente del Puerto de Itaqui, ha habido un aumento del 30% en la actividad del puerto mientras que el conjunto del país entraba en recesión. Lago lo atribuye a la inversión en 1.800 kilómetros de red ferroviaria de alta velocidad para mejorar la comunicación.
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El margen de mejora de la zona es amplio, según Aurelio Menéndez, gerente de Transporte e Infraestructura del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. "Hay regiones de Brasil que no están lo suficientemente interconectadas, y es el caso del nordeste", asegura Menéndez. La ubicación de la zona es un factor fundamental para el gerente, que cree que los puertos del nordeste se pueden convertir en puntos de referencia para el flujo comercial entre América y Europa.
Julián Núñez, vicepresidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de CEOE, ha representado a los empresarios españoles en el foro. Ha reconocido que el mal momento que viven las constructoras brasileñas es una oportunidad para las compañías españolas, aunque ha señalado la importancia de contar con colaboradores locales a la hora de implantarse en un nuevo país. Núñez, que también es presidente de la patronal de las constructoras, ha destacado que las empresas españolas son las segundas del mundo en cuanto a facturación en el extranjero.
El director ejecutivo del FMI, Otaviano Canuto, ha analizado las causas de la crisis que atraviesa Brasil. La principal, según el economista, es que lo que en principio parecía una cuestión aislada del sector petrolero, se trasladó a las constructoras y después se acabó contagiando al conjunto de la economía. Canuto dice que la caída del PIB brasileño ha provocado una bajada de la inversión privada aunque es optimista. Asegura que si los difíciles momentos actuales son superados, esto supondrá una valiosa garantía para los inversores en el futuro.