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EL DEBATE | ¿VERDADERO O FALSO?

Rescate, empleo, pensiones... ¿Quién tuvo razón en el debate, Rajoy o Sánchez?

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez intercambiaron agrios reproches sobre política económica, trufados de datos estadísticos

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, momentos antes de empezar su cara a cara electoral. / Juan Medina (Reuters)

Madrid

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez intercambiaron agrios reproches sobre política económica, trufados de datos estadísticos. Estos son algunos de ellos.

Técnicamente, el rescate fue a los bancos, pero el memorándum de entendimiento de 2012, por el que Europa acudió al rescate de la banca española, lo dice claro en su punto 31: España ha de hacer reformas, y recomiendan entre otras cosas que las haga en materia laboral y tributaria.

El rescate fue acompañado de un retraso en la fecha de cumplimiento del objetivo de déficit. A cambio, de nuevo de un nuevo catálogo de "recomendaciones" de reformas. Y cuando un país está bajo un memorandum, las recomendaciones —siempre lo recordaban en Bruselas— se convierten en exigencias. Así que, aunque sobre el papel no lo fuese, el rescate iba más allá de los bancos.

Lo que dijo Pedro Sánchez en el debate es que en 2011, último año del Gobierno del PSOE, el déficit de Gobierno central y el de la Seguridad Social era más bajo que en el último año cerrado, 2014: 3% y 0,1%, respectivamente, frente al 3,6% y 1% del año pasado. Las cifras son ciertas, según los datos de la Intervención General del Estado. Con ellas, el candidato socialista quería apoyar su argumentación de que se ha obligado a comunidades y ayuntamientos, que hacen el grueso del gasto social, a ser más estrictos con sus cuentas que al propio Estado central.

Rajoy hace gala de que el déficit global va mucho mejor, lo que es verdad, y es lo que tiene valor ante Bruselas. Eso sí, hay que recordar que la Comisión Europea acaba de decir que las cuentas que hace el Gobierno de Rajoy no le convencen, ni para este año ni para el que viene. Bruselas no tiene claro que se vayan a cumplir los objetivos de déficit.

Es verdad, como dice Pedro Sánchez, que la dotación del Fondo de Reserva (la hucha de las jubilaciones) y la subida de las pensiones mínimas fue especialmente acentuada con el PSOE. Por otro lado, también es verdad que el Fondo de Reserva está para ser consumido en tiempos de crisis, como ahora.

En cuanto a la acusación de Rajoy de que el PSOE congeló las pensiones y el PP siempre las ha subido, tiene sus matices: en aquel 2011, el gobierno de Zapatero no congeló las pensiones mínimas, mientras que en 2012 el Gobierno del PP, que había subido las pensiones un 1%, no realizó la paga compensatoria cuando se constató que los precios habían subido más, así que aunque no hubo congelación, los pensionistas perdieron poder adquisitivo.

El reproche de Rajoy de que el PSOE no dedicó todo el superávit de la Seguridad Social a la hucha de las pensiones en 2009 y 2010 es cierto, pero también es verdad que no había una obligación legal de hacerlo y que ese dinero se dedicó a saldar deudas con el Estado y a otras prestaciones.

La cobertura, el porcentaje de parados que han trabajado antes que tienen acceso a prestación o subsidio, ha bajado, diga lo que diga Rajoy. En 2011 era del 70% y ahora está en el 55%. Decía Rajoy que ha introducido alguna "leve modificación" en la regulación de las prestaciones y subsidios de paro, algo que Sánchez le dejó pasar para centrarse en la cobertura, cuando lo cierto es que la modificación no fue tan leve: desde 2012 los parados cobran menos a partir del sexto mes de desempleo, tienen que pagar su cotización completa a la Seguridad Social (antes, el Estado se hacía cargo de una parte) y es más difícil acceder a ciertos subsidios (por ejemplo, el de parados de más de 52 años, en el que se subió la edad a 55).

Por otro lado, como suele pasar en los debates sobre empleo, los candidatos utilizaron los datos selectivamente para hacer que vinieran bien a sus argumentos. Así, Rajoy aseveró que el 75% de los asalariados tiene un contrato indefinido, mientras que Sánchez destacaba que nueve de cada diez nuevos contratos son temporales. Ambas afirmaciones son ciertas.

 
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