El PSOE salva el consenso sobre pactos exigiendo a Podemos un paso atrás
La resolución política que llegará al Comité Federal de este lunes condiciona el diálogo con Pablo Iglesias a que éste renuncie a la consulta separatista
Madrid
Fueron cinco horas de reunión, de tensa reunión, en la que Pedro Sánchez y los barones alcanzaron un acuerdo sobre la resolución política que este lunes se va a votar en el Comité Federal del PSOE. Al filo de las once de la noche del domingo, los presidentes autonómicos anunciaban el acuerdo a los periodistas que esperaba en la calle. El acuerdo alcanzado, según explicaron los presidentes Javier Fernández y Susana Díaz, se basa en la renuncia de Podemos al referéndum de autodeterminación para que el PSOE pueda entablar cualquier tipo de diálogo con la formación de Pablo Iglesias.
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Lo que se discutía en esa mesa entre Sánchez y los barones, en realidad, era eso, el nivel de exigencia a Podemos para abrir la puerta a la negociación. El día de Nochebuena, el secretario general telefoneó a Pablo Iglesias por primera vez después del 20 de diciembre y quedó en seguir hablando con posterioridad. Para poder hacerlo, la resolución política del PSOE pondrá condiciones muy exigentes, convencidos como están muchos barones que Podemos no tiene intención de alcanzar un acuerdo de gobernabilidad sino hundir electoralmente al PSOE.
Según fuentes cercanas a la negociación, el texto que inicialmente presentó el secretario general planteaba el rechazo a la condición de Podemos de un referéndum de autodeterminación pero hablaba de convocar a la mayoría de fuerzas políticas al dialogo, sin condición previa. Ese planteamiento se endureció en la cumbre con los barones y la resolución acordada finalmente plantea que "la renuncia a la consulta separatista es indispensable" para que el PSOE inicie un proceso de diálogo. Añade el texto, en cualquier caso, que unas nuevas elecciones deberían ser la "última opción" porque sería un "fracaso colectivo", tal y como explicó el secretario general en su comparecencia ante los medios el miércoles pasado.
Ni una palabra sobre el congreso
Lo que no abordaron los secretarios generales del PSOE en la cumbre con el líder socialista fue el calendario del congreso federal del PSOE. El anuncio de Ferraz de retrasar el cónclave a la primavera había calentado mucho los ánimos, sobre todo porque en el partido había voces que hablaban de la necesidad de reabrir el debate sobre el liderazgo del PSOE después de quedarse con un 22% de los votos y con el escenario posible de una repetición de las elecciones.
Nada de eso se puso sobre la mesa. Fuentes de la reunión sí que aseguran a la Cadena SER que hubo autocrítica por los resultados y que algunos barones llegaron a recordar a Pedro Sanchez que fue él quien puso en primer término la cuestión interna, justo el día después de las elecciones, pero nadie reclamó abiertamente que se mantenga la fecha del congreso, previsto para finales de febrero o principios de marzo.
Desde distintas federaciones socialistas explican que no se planteó esta cuestión porque había que resolver la política de pactos, pero aseguran que tendrá que celebrarse de forma "inevitable" otro comité federal en el mes de enero en el que se convoque el congreso para la fecha prevista. Insisten esas fuentes en que en que no tiene cabida el retraso que anunció Ferraz, pero esa batalla nadie la libró en la cumbre con Pedro Sánchez.