Rivera pedirá a Rajoy que se aparte si es el obstáculo para pactar con PP y PSOE
Ciudadanos negociará por separado con los partidos mayoritarios para intentar consensuar una agenda común de reformas
El líder de Ciudadanos, después de una entrevista / ANDREA COMAS (Reuters)
Madrid
Ciudadanos quiere tener en la investidura el mismo papel que jugó para negociar la mesa del Congreso y convertirse en una especie de árbitro entre PP y PSOE. El equipo de Rivera se sentará por un lado con el de Rajoy y por otro con el de Sánchez, aunque con ambos intentará acordar la misma hoja de ruta. La formación pretende sacar de esas negociaciones una agenda común de reformas para escenificar así que, sobre el papel, el acuerdo es posible. Después de hablar del qué tendrán que discutir quién. Y si Rajoy es el problema para que las conversaciones den resultado, entonces se planteará pedirle que dé un paso atrás.
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Fuentes de la dirección del partido aseguran que de esta forma se evidenciará lo que Rivera ha defendido en muchas ocasiones, “que hay margen de acuerdo” y que lo que falta es “voluntad política”. Para ello, aseguran desde Ciudadanos, lo importante es que el reloj empiece a correr y alguien se presente a la investidura. Desde ese momento, las negociaciones tendrían una fecha límite: dos meses de plazo para formar Gobierno o de lo contrario se repetirían las elecciones. Aun así, reconocen que el candidato que asuma el encargo del rey debería tener tiempo suficiente, “dos o tres semanas” para consensuar.
Los de Rivera creen que una vez que se certifique que la gran coalición ‘PP, PSOE más Ciudadanos’ es posible, será el momento de debatir los nombres y discutir la fórmula para articular un programa consensuado entre los tres. En el partido reconocen que este será el momento más complicado y no tienen claro quién debería encabezar ese proyecto. Si Rajoy con la abstención de Sánchez o al revés. La otra opción y que descartan, al menos por ahora, es que sea Rivera. En la Ejecutiva reconocen que los casos de corrupción que han florecido en Génova “hacen que con Rajoy sea más difícil”.
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa en la que anunció declinaba ser candidato a la investidura / JUAN MEDINA
Ese será el momento, aseguran en la formación, de decidir si “algo o alguien” es un problema para que la legislatura comience. Ciudadanos no pedirá de partida la cabeza de Rajoy o Sánchez, cumpliendo con el argumento de “no hacer las primarias al PP”, pero sí espera "que nadie sea un obstáculo", en referencia al presidente en funciones. En la dirección admiten que para Sánchez el problema puede ser Rajoy. “Si se consigue evidenciar que el pacto a tres es posible, en el PP deberán sopesar qué es lo importante”, “si el proyecto o las personas”. Están convencidos de que llegado el momento el foco estará puesto sobre el actual jefe del Ejecutivo. “Con total seguridad”, decía Juan Carlos Girauta ayer en el Congreso, en Génova se dan cuenta de que son "lo suficientemente maduros como para resolver sus propios problemas”.
La fórmula que los de Rivera plantean para articular ese posible gobierno es similar a la que se acordó en comunidades como Madrid, Murcia o Andalucía, donde fueron decisivos para facilitar investiduras. Un Ejecutivo en minoría que actúe en función a un documento firmado por los tres.
