Billy Boom Band: música para niños que no tortura a sus padres
El grupo se empeña en demostrar en cada concierto que el rock también es cosa de niños
Madrid
Marcos Cao creció escuchando a Police y viendo La Bola de Cristal, un programa de televisión de los 80 dedicado a los niños en el que la música tenía especial protagonismo. Grupos como Radio Futura, Mecano, Eskorbuto, Javier Gurruchaga, Los Toreros Muertos o Nacha Pop sonaban a menudo e iban formando un poso cultural en los más pequeños. En el caso de Marcos, puede que incluso todo eso le llevara, años más tarde, a formar un grupo bajo el nombre de La Sonrisa de Julia.
Aquella sonrisa sigue siendo su inspiración. Aunque el grupo se disolvió hace tiempo, Marcos ha seguido haciendo música. Con Julia, decidió poner en marcha un proyecto que llevaba tiempo bailando en su cabeza: encontrar ese punto en común en el que pueden disfrutar tanto los niños como los padres. “Cuantas veces vas al teatro con ellos y ves al niño entusiasmado y al padre mirando el WhatsApp o dormido. La idea es que los padres flipen y los hijos, también. A mí, compartir esa sensación me parece increíble”, cuenta Marcos, feliz de haber dado con la tecla. Cada vez que se sube a un escenario con la Billy Boom Band siente que ha cumplido con su objetivo: “Hay muchísima gente que nos da las gracias, que dicen que no podían más con Cantajuegos. Hay padres que son fans, que se van cantando las canciones… y para mí es un orgullo”.
De la parte rockera se encargan Marcos y Raúl, la batería de La Sonrisa de Julia. Las letras son cosa de Julia. Alegatos a pasarlo bien y pinceladas de inglés se cuelan en sus canciones, que huyen de ñoñerías: “Hay una canción que es más ecologista pero no decimos “no tienes que tirar la basura” sino que hablamos de lo flipante que es la naturaleza. Hacemos música para niños pero no simplona. No hace falta que los arreglos sean simples, que esté mal tocado… lo único que tiene que ser es excitante y que las letras sean atractivas para ellos y para los padres”, explica Marcos que recuerda que en más de una ocasión han llegado a tocar a un sitio y a los organizadores se extrañan de que no lleven muñecos: “¡Que no! ¡Que es un concierto de rock! Los niños están flipando desde la primera canción hasta la última y no hace falta llevar muñecos ni hacer muchas coreografías ¡Es música!”, dice indignado.
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Pero Billy Boom Band va mucho más allá de la música. Además del CD con DVD con las once canciones, existe un libro con ese nombre y desde su página web se pueden descargar unidades didácticas para que los profesores trabajen con los niños antes de que ellos les visiten. Porque sí, el grupo también va a colegios: “La actividad es súper interactiva, componen una canción y les mostramos lo fácil que es hacerlo con cuatro elementos. Es concierto también es muy interactivo y lo mismo ocurre con el libro, que acaba siendo editado por el propio niño”, cuenta y demuestra así que la intención del proyecto siempre es que el pequeño no sólo reciba de forma pasiva.
En muy poco tiempo han comenzado a cambiar mucho las cosas respecto a la asistencia de menores en conciertos. En muchas comunidades autónomas ya pueden entrar en las salas y cada vez hay más conciertos en horario matinal. Billy Boom Band empezó a fraguarse ya hace más de diez años y aplaude este cambio de actitud: “Cada uno sabrá hasta dónde quiere exponer a sus hijos pero a mí me parecía ridículo que un niño no pudiera ver un concierto cuando puedes ir a los bares a beber delante de ellos”, sentencia Marcos.
Otra sonrisa
Marcos Cao no para de componer. Los que se lo han cruzado por Loredo sacando al perro alguna noche lo saben bien. Tras cinco discos de La Sonrisa de Julia, decidió dejar ese proyecto de lado para centrarse en Billy Boom Band. Sentía que había acabado un ciclo: “Desde el tercer disco del grupo siempre creía que era el último. Hay canciones con las que me identifico mucho pero también otras con las que ya no disfrutaba y lo notaba mucho”, cuenta Marcos y aclara que ya no hay nada de ese pesar: “A mí la Billy me ha venido muy bien para parar de La Sonrisa. Ahora estoy muy bien, me siendo como liberado, sin ataduras”.
Tan bien está, que ya tiene otra pila de canciones preparadas. Todavía no sabe bajo qué nombre se publicarán pero asegura que el disco “ya tiene mucha forma”: “El cantante y el que compone es el mismo que el de La Sonrisa, así que se le parecerá tanto como Iván Ferreiro a Piratas”. Reitera que, aunque se parecerá al sonido de La Sonrisa de Julia, “el acabado es distinto”. En eso tiene mucho que ver que ha grabado él solo todos los instrumentos en su casa. Inevitable la sonrisa en su cara.
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Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...