El PP lamenta que Rajoy permita a Sánchez marcar la agenda política
Los populares no comprenden “la pasividad” de su presidente y tampoco que deje al líder socialista llevar la iniciativa. “Rajoy no está muerto pero sólo puede salvarlo un milagro", comentan algunos dentro del PP. Su equipo defiende que aún no está todo perdido
Madrid
En el PP ven el panorama muy complicado. Ningún escenario les parece bueno para sus intereses y, en privado, se elevan las críticas internas contra su jefe. Reconocen que, tras el encargo del rey, Pedro Sánchez "machacó" a Mariano Rajoy con su discurso y cada vez son más los populares que se ven haciendo oposición.
También temen que al final, su presidente pase a la Historia por su "pasividad". "Por quedarse de brazos cruzados", señala un dirigente territorial. Hay quien cree que se podía haber hecho más en este mes y pico. Sobre todo, avanzar en las negociaciones con Ciudadanos. Pero en la Moncloa sostienen que ellos movieron ficha y, refiriéndose al PSOE, aseguran que es imposible hablar con quien no quiere.
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Los populares están tristes, deprimidos y frustrados. Varios dirigentes no comprenden por qué se le ha dejado el camino libre a Sánchez. Piensan que se le ha hecho “un gran favor” porque con ello sólo se le encumbra. No les hace ninguna gracia que sea ahora él quien marque la agenda política y lleve la iniciativa.
Están convencidos de que el líder socialista sabrá aprovechar el momento. Si le sale bien, terminará en la Moncloa. Si falla, siempre podrá decir que lo intentó, no como Rajoy, y sumar puntos. Además, siempre se recordará esa imagen suya triunfal, liderando el proceso de formación de Gobierno, mientras Rajoy comparecía abatido.
En las filas populares muchos dan por hecho que, dentro de un mes, la gente se habrá olvidado de Rajoy. Como presidente en funciones tiene un papel limitado. Así que, para no desaparecer del todo, tendrá que exhibirse en más actos de partido y hace mítines durante los fines de semana, como si estuviera en campaña. En la dirección nacional no quieren que se vea que tiene la agenda vacía.
Y aunque Sánchez lo tiene difícil, en el PP no lo ven imposible. “Rajoy está convencido de que lo va a intentar con Podemos y está en compás de espera”, mantiene un ministro. Aunque en el PP cruzan los dedos. Confían en que, en cualquier momento, se produzca un giro y la pelota vuelva a su tejado. Por eso nadie aún se aventura a señalar que Rajoy es un cadáver político. Aunque sí hay quien apunta que su diagnóstico es bastante malo. "No está muerto pero sólo puede salvarlo un milagro", comenta un miembro de la cúpula del partido. “Su última jugada es bastante arriesgada”, añade un diputado.
Los colaboradores de Rajoy dicen que él no debe darlo todo por perdido cuando sigue al frente. Para ellos no tiene sentido que se aferre al poder cuando ha culminado todas sus aspiraciones. Dicen que el juego acaba de empezar y que la partida es muy larga. Y destacan que si hay alguien experto en resistir y dejar pasar el tiempo en beneficio propio, ese es él. “Hace sus movimientos, poca gente los comprende. Sabemos que desespera pero, durante todos estos años, no le ha ido tan mal”, explican los que le conocen bien.
“Además no es lo mismo que te echen, a que te vayas”, indica uno de sus colaboradores. Por eso no va a tirar la toalla. “Tiene caparazón y todavía queda una oportunidad”, comenta un presidente regional. “Otra cosa es que una alianza de perdedores le arrebate el cargo que ganó legítimamente en las urnas”, añade un compañero suyo.
Los populares dan por hecho que las próximas semanas van a ser una agonía. Rajoy dijo que no quería someterse a la investidura porque no tenía apoyos parlamentarios. Pero en su partido están convencidos de que no quería verse humillado por la corrupción. Ahora no será tan duro pero tendrá que pasar por otro trago: el de ver a Sánchez encaminarse hacia el estrado del Congreso para hacer el papel que le habría tocado a él desempeñar primero.