Sánchez se encomienda a la urgencia del cambio tras el fracaso de la negociación con la izquierda
El líder socialista llega a la sesión de investidura solo con el apoyo de Ciudadanos así que lo fía todo a una segunda votación y a ser presidente "por responsabilidad" de la izquierda
Madrid
Subirá a la tribuna este martes a las cuatro y media de la tarde armado con los argumentos que ha venido desgranando en los últimos días, no está previsto que saque ningún conejo de la chistera, y luciendo la corbata que se le espera en días como el de hoy, la roja de las grandes ocasiones. Pedro Sánchez va a defender su programa de gobierno, el que ha pactado con Ciudadanos, pero subrayando de forma muy especial esas medidas que incluyó en su oferta a la izquierda que le niega su apoyo para la investidura. A falta de acuerdo programático que le sume, Sánchez va a apelar a la oportunidad para cambio como palanca que le permita ser presidente del Gobierno el próximo viernes por la noche, en la segunda votación. "Por responsabilidad" de las fuerzas del cambio, eso repite.
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En Ferraz manejan como una hipótesis muy posible que la investidura sea fallida, pero Sánchez mirará a la izquierda del Hemiciclo para intentarlo hasta el final. Va a hacer, según fuentes de su equipo, un discurso propositivo, en positivo, con un diagnóstico de la España que deja Mariano Rajoy pero muy enfocada al futuro, al ofrecimiento de su candidatura como la única capaz de aglutinar el consenso que necesita España. La alternativa, dirá, son las elecciones porque el PP no tiene un candidato que pueda sumar. En cualquier caso, la principal munición contra los populares se la reservará la réplica de este miércoles.
Y aunque el acuerdo con Ciudadanos pasa de puntillas por la cuestión territorial, Sánchez sí que va a abordar este asunto haciendo referencia a los 23 puntos que en su día planteó Artur Mas para desbloquear la situación de Cataluña.
Después de un mes de negociaciones, Sánchez afronta su investidura con sus 90 escaños y los 40 apoyos añadidos del acuerdo con Ciudadanos, posiblemente también con el voto de Coalición Canaria aunque su sí dependerá de la foto final.
El no de la izquierda
Ni un día esperaron los grupos de la izquierda en rechazar la oferta que les envió el PSOE este lunes. Podemos, En Marea, En Comú Podem, Izquierda Unida y Compromís no ven en los ofrecimientos de Pedro Sánchez un paso suficiente como para apostar por su investidura, por mucho que el líder socialista se esmerase ayer en trasladar que, por rechazables que vean algunas propuestas pactadas con Ciudadanos, peor es "perpetuar" a Mariano Rajoy como presidente en funciones.
La oferta del PSOE era una variada gama de propuestas que va desde el impulso a la política europea de asilo a los refugiados planteada a Podemos hasta la consideración de Benidorm como ciudad turística, que se incluye en el texto de Compromís. Son cinco documentos, con contenidos muy similares en lo esencial pero con algunas propuestas diseñadas para cada grupo a partir de las negociaciones previas o de sus programas electorales. La intención de los socialistas, según dicen fuentes del PSOE, es que los partidos se tengan que retratar y que si deciden votar no, lo hagan contra algunas de sus demandas históricas.
Entre las medidas incorporadas por el PSOE en estos ofrecimientos está la reivindicación de la reforma de la Ley Electoral en el caso de Izquierda Unida o las transferencias pendientes y la mejora de la financiación valenciana por parte de Compromís, al que propone una "solución satisfactoria" para la deuda de la comunidad autónoma con el Estado por los aportes del FLA.
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Ninguno de esos reclamos ha servido para amarrar los síes de esas formaciones después de una estrategia de negociación que ha llevado al PSOE a negociar de forma bilateral con todos sus posibles socios hasta que accedió a sentarse en la mesa a cuatro para atraer a Podemos a la negociación. Nada de eso sirvió para el acercamiento con la formación morada, de la que siempre ha desconfiado el PSOE. Ese convencimiento fue el que le llevó a priorizar su negociación con Ciudadanos, para contar con algún resultado que presentar ante el Pleno del Congreso en su sesión de investidura. El contenido de ese acuerdo es el que ahora esgrimen el resto de las fuerzas para rechazar sumarse a ese "pacto transversal", mirando a izquierda y derecha, que ha intentado tejer Pedro Sánchez.