Josep Maria Álvarez, nuevo Secretario General de UGT

Madrid

El 42º Congreso no sólo ha sido el primer Congreso de UGT disputado en los últimos 21 años; además, la diferencia entre los dos candidatos ha sido estrechísima. Finalmente, se ha impuesto Josep Maria Álvarez (actual líder de UGT en Cataluña) a Miguel Ángel Cilleros (líder del transporte) por muy poco: 306 votos frente a 289. Álvarez se ha convertido así, al filo de las 5:30 de la madrugada, en el sucesor de Cándido Méndez al frente de la UGT.

Al conocerse el resultado, los dos candidatos se han fundido en un abrazo mientras los delegados reunidos en el gran salón de actos de la sede de UGT en Madrid coreaban las siglas del sindicato. A continuación Álvarez, visiblemente emocionado, ha dedicado unas palabras a los medios. Ha dicho que su elección señala que los afiliados quieren “cambio” en UGT, y se ha propuesto convertirla en la organización “de los que no tienen voz”. También ha apelado a los partidos de izquierda para que formen gobierno (“los trabajadores y las trabajadores de este país necesitan que la mayoría de izquierdas se visualice, con políticas; hay una mayoría de izquierdas en el parlamento que lo debe hacer posible. No podemos estar más tiempo esperando respuestas”).

En su breve intervención, y a preguntas de los periodistas, también se ha referido a una de las cuestiones que irrumpió en el proceso congresual: el derecho a decidir, que Álvarez apoya, y que el líder saliente, Cándido Méndez, y el candidato oficialista, Cilleros, utilizaron contra la candidatura del ahora vencedor. Álvarez interpreta su victoria en el Congreso como un síntoma de “que por primera vez en España la catalanofobia no funciona. Creo que eso es bueno para Cataluña y es bueno para España, con menos catalanofobia habrá más entendimiento”.

Congreso lento

Quizá por ser el primer Congreso con más de un candidato en más de 20 años, los tiempos programados por la dirección se han visto ampliamente superados, y finalmente los 600 delegados han empezado a votar pasada la una de la madrugada (en vez de a las ocho y media de la tarde, que es cuando estaba previsto). El proceso, muy lento, se ha prolongado hasta las cinco menos diez de la madrugada; después ha venido el recuento, y el resultado se ha conocido a las 5:30.

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Precisamente por las suspicacias entre las dos candidaturas, y para evitar que los delegados pudiesen verse presionados, la organización ha dispuesto un sistema de votación por orden alfabético (lo que evitaba que fuesen a votar todos juntos los miembros de una misma organización y así controlarse el voto los unos a los otros), con cabinas en las que estaban depositadas las papeletas (para prevenir la entrega de sobres con el voto ya metido dentro) y con varias urnas dispuestas en una misma sala (para que los votos no estén agrupados por orden alfabético, y así no se pueda deducir qué vota cada uno). Los delegados han rechazado el sistema de voto electrónico que proponía la actual dirección porque no se fiaban de que garantizase el anonimato.

Cerrar heridas

Entre las primeras tareas del nuevo líder de UGT estará garantizar la unidad interna después de un Congreso que, sin ser bronco, sí que ha tenido cierta tensión. Eso sí, según fuentes del sindicato, en sus respectivos discursos a puerta cerrada previos a la votación tanto Álvarez como Cilleros se habían comprometido, de ganar, a tender la mano a la otra candidatura, y de perder, a ser leales con la nueva dirección.

A pesar de que el resultado de la votación se ha dado a conocer de madrugada, es en la mañana del sábado cuando tendrá lugar la proclamación solemne, en un acto de clausura en el que intervendrán varios dirigentes sindicales internacionales y que se cerrará con el primer discurso de nuevo Secretario General. A la cita han confirmado su asistencia políticos socialistas como Pedro Sánchez, César Luena o el ex ministro Miguel Ángel Moratinos.