El notario de los exduques de Palma niega ahora que la infanta fuera un escudo fiscal

Palma de Mallorca

El notario Carlos Masiá ha asegurado que su interlocutor con el matrimonio Iñaki Urdangarin-Cristina de Borbón era Miguel Tejeiro, a quien ha definido como abogado y asesor de la pareja. Masiá ha reconocido que mantuvo una relación de amistad y profesional con el asesor fiscal de Nóos hasta que en 2010 le envió documentos con la firma de Urdangarin falsificada y ha entregado al tribunal un informe pericial que lo demostraría porque nunca puso los hechos en conocimiento del juez. La sala finalmente no ha admitido esos documentos como prueba.

Masiá ha recordado la constitución de la empresa matrimonial, Aizóon, la compra del Palacete de Pedralbes y se ha pronunciado sobre la gestión de la mercantil. "La gestión la llevaba el administrador único que era Iñaki Urdangarin", desvinculando así a la Infanta Cristina. El notario ha explicado que aconsejó a Miguel Tejeiro que la hermana del rey no figurara en Aizóon porque "dada su elevada función institucional podría tener problemas ante una crisis empresarial o cualquier visicitud que pudiera producirse" pero Tejeiro, ha subrayado, "no llamó a Iñaki Urdangarin para decírselo". Si el objetivo era que ella se beneficiara de los ingresos de su marido, añadía, "bastaba con cambiar el régimen matrimonial a gananciales".

Contradicciones

Carlos Masiá se ha desdicho sobre el papel de Cristina de Borbón como escudo fiscal. En fase de instrucción aseguró categóricamente que, precisamente por eso, ella constituyó la sociedad junto a su marido pero ahora se ha limitado a decir que "no me lo dijo Miguel Tejeiro expresamente pero esa fue la idea que me transmitió". La letrada de Manos Limpias ha advertido la contradicción y le ha dicho que estudiarán pedir que se proceda contra él por falso testimonio. No ha sido la única contradicción. Sobre la compraventa del Palacete de Pedralbes ha dicho que la hermana del rey "no me pidió consejo ni me mostró cualquier tipo de preocupación", mientras que en instrucción dijo que veía "mucho nerviosismo" el día de la firma y que Cristina de Borbón "no veía clara la operación, tenía dudas y no quería firmar" la compraventa. Esta contradicción no ha sido esgrimida por ninguna de las partes.

El testigo también ha dicho que la función de la infanta en el Instituto Nóos era "simbólica y decorativa" y ha atribuido una gran responsabilidad sobre la estructura societaria en paraísos fiscales que libró facturas contra la entidad sin ánimo de lucro a Miguel Tejeiro. "Él tiene sociedades en el exterior y se las recomienda a sus clientes", ha señalado.