Los besos, los mejores preliminares

Madrid

El personaje que Julia Roberts interpretó en Pretty Woman decía que no besaba a sus clientes porque era demasiado personal. Quizás fue su manera de evitar la explosión de reacciones químicas que un buen beso puede despertar en nuestro cerebro.

Si echamos un vistazo a las innumerables listas de zonas erógenas que circulan por internet, descubriremos que los labios ocupan un lugar privilegiado en todas ellas y especialmente en el caso de las mujeres. No en vano, son una de las áreas más sensibles del cuerpo, su superficie es diferente y la piel que los recubre no cuenta con la misma capa protectora.

En los labios se concentra una mayor cantidad de terminaciones nerviosas y de células receptoras. Durante un beso recibimos información a través de estos receptores sobre la temperatura, textura, sabor y olor de la otra persona, lo que desata una serie de reacciones químicas en nuestro cerebro que pueden convertirse en un gran estímulo del apetito sexual (o hacerlo desaparecer por completo)

El papel de los besos durante las relaciones sexuales ha quedado reflejado incluso en el Kamasutra, donde se dan instrucciones precisas sobre cómo estimular, mordisquear y succionar los labios de la mujer durante las relaciones sexuales para hacerlas mucho más placenteras. No hay que olvidar los besos en otras zonas del cuerpo como la cara, el cuello o las orejas que pueden hacer que nuestro