Seis empresas fantasma emitieron facturas falsas para desviar fondos públicos del AVE
En tan solo un ejercicio facturaron casi 7,5 millones por trabajos no realizados a una de las empresas en el epicentro de la trama con el beneplácito de los responsables de ADIF investigados
Madrid
El sumario del caso ADIF referente al tramo de Alta Velocidad entre Alicante y Murcia no solo cuantifica el agujero de 18 millones de euros desviado de los fondos públicos otorgados por ADIF para la construcción del tramo. Los informes de la Guardia Civil, de la Agencia Tributaria y también del Servicio de Aduanas describen el “modus operandi” empleado para facturar servicios que nunca se hicieron a través de un sobrecoste en las obras y principalmente a través de la emisión de facturas falsas que elaboraban empresas “inactivas” creadas para crear desviar dinero público de un AVE que todavía no ha llegado a su destino.
Un informe de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria de marzo de este año incorporado al sumario del caso, desvela que la trama del AVE creó seis empresas fantasma “que supuestamente emitieron facturación falsa por obras no realizadas en los trabajos de reposición de infraestructuras hidráulicas afectadas por la construcción de la plataforma del AVE en los terrenos titularidad de las comunidades de regantes denominadas “Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela”.
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Según la investigación que aporta el testimonio de los detenidos estas seis empresas son: Construcciones y Rehabilitaciones Sangonera SL, Obra Móvil La Ermita SL, Franogiz SL, Construcciones y Rehabilitaciones Gines SL, Obras Civiles Pez SL y Maguepe Construcciones SL.
En tan solo un ejercicio (2011-2012) estas seis empresas ficticias llegaron a facturar casi 7,5 millones de euros (7.472.114,60) por trabajos a una de las empresas en el epicentro de la trama. Esta sociedad es una constructora murciana llamada “Obras Marimar SL” que según el sumario del caso como subcontratista para las obras de reposición hidráulica de las contratistas principales adjudicadas por ADIF. Esta constructora actuaba de “emisor y principalmente de receptor de facturas supuestamente falseadas y falsas que le eran remitidas por una serie de empresas fantasma/pantalla creadas ad hoc sobre prestaciones de obras y servicios no realizados”.
La investigación apunta a que los responsables de ADIF investigados por este presunto fraude del AVE dieron el visto bueno a la creación de estas empresas. En la declaración que el administrador de la empresa “Obras Marimar” hizo después de ser detenido, reconoce que un directivo de su empresa le confiesa “que tenía unas empresas que decidieron empezar a emitir facturas falsas ya que si no hacía lo que Jose Manuel (un ingeniero contratado por ADIF) le pedía, podía perder la subcontratación o que éste no le certificará la continuación de las obras del AVE”.
El detenido relata también ante los agentes de la benemérita como se simulaban los pagos. “Se emitían pagarés para simular los pagos a las empresas ficticias, pagarés que eran cobrados en la oficina del Banco de Valencia en Santomera, una vez que los responsables formales de las empresas sellaban y firmaban en el dorso dichos pagarés”.
Los investigadores señalan al menos a tres testaferros que se encargaban de firmar en el dorso dichos pagarés a cambio de dinero en metálico que la trama les pagaba. Uno de ellos es Manuel Guerrero que confiesa ante la Guardia Civil que nunca realizó trabajos para la empresa epicentro de la trama “Obras Marimar SL”. Según el atestado policial que aparece en el sumario “por firmar dos remesas de pagarés en blanco” le pagaron unos 5000 euros en el verano del 2012 y 4000 euros en diciembre de ese mismo año”.
Ana Terradillos
Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra (1991-1996) y en Ciencias Políticas por la UNED...