Amatrice, un pueblo devastado y partido en dos por el terremoto
Hay personas que permanecen en el pueblo porque se resisten a abandonar sus hogares
El alcalde del municipio afirmó que la mitad de la localidad ha desaparecido
Amatrice, la localidad italiana devastada por el terremoto queda reducida a escombros / ATLAS
Amatrice (Italia)
Amatrice, un pequeño pueblo del centro de Italia, ha quedado este miércoles completamente destrozado y literalmente dividido en dos después del terremoto de magnitud seis grados en la escala Richter sufrido en la madrugada.
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Siete años después del terremoto de L'Aquila, donde perdieron la vida unas 300 personas, Italia ha vuelto a recordar hoy cómo tiembla la tierra.
La Protección Civil de Italia ha informado que hasta el momento se han contabilizado 73 muertos, de los 53 víctimas entre las localidades de Accumoli y Amatrice, en la provincia de Rieti, en la región de Lacio, y las otras 20 en Arquata de Trontro, en la región de las Marcas
Amatrice, de unos 2.000 habitantes y que ahora vuelca sus esfuerzos en recuperar a los posibles supervivientes, es uno de los municipios que se ha visto más afectado por el seísmo que ha sacudido la zona del centro de Italia.
Desolación y tristeza se han dejado sentir en Amatrice, donde la mayoría de sus habitantes han sido desalojados o, en el caso de los heridos, trasladados a hospitales cercanos de la zona.
Sin embargo, aún permanecen en este pueblo unos pocos que se resisten a abandonar sus hogares: personas que transmiten su desesperación, que se consuelan mutuamente, que lloran y que muestran una mirada perdida. Muchos de ellos se sientan sobre los escombros de sus antiguas casas o sobre ruedas de coches aplastados, incrédulos por el suceso que han vivido.
Entre ellos un anciano permanecía durante las primeras horas de la mañana en su domicilio, sentado en una silla, en silencio, y rodeado de escombros, aunque las autoridades han procedido a desalojarlo tras determinar que el edificio en el que se encontraba corría peligro de derrumbarse.
Asimismo, una monja que trabajaba en una residencia de ancianos se ha despertado, cuenta, después de que el armario de su habitación cayera al suelo e inmediatamente ha decidido esconderse debajo de la cama, porque eso era "lo que había oído que se debe hacer en estos casos".
Esta monja relató que junto con ella se han salvado otras tres personas, mientras que otras tres monjas y cuatro ancianas han fallecido.
Desde primeras horas de la mañana los esfuerzos de las autoridades se centran en retirar los escombros y en buscar a los posibles desaparecidos bajo las ruinas.
Miembros de Protección Civil, del Ejército, Carabineros y personal sanitario se afanan en levantar los escombros y en limpiar este pueblo que literalmente ha quedado dividido en dos. Se han organizado tres focos de labores de búsqueda y rescate, donde excavadoras trabajan con cuidado en la retirada de los restos.
Además, la policía peina constantemente las distintas calles del pueblo con perros especializados en detectar cuerpos y en diversas ocasiones piden silencio para escuchar posibles gritos de personas atrapadas.
El alcalde del municipio, Sergio Pirozzi, lamentó el alcance de los daños y afirmó que la mitad de la localidad ha desaparecido.
Coches enterrados bajo los escombros, edificios completamente destrozados, polvo en las calles: esa es la situación desoladora que envuelve en estos momentos el municipio de Amatrice.
Por cuestiones de seguridad y para facilitar las labores de socorro y el paso de las ambulancias, el acceso por carretera a este pequeño pueblo situado en una colina han sido cortado. Asimismo, las autoridades italianas han cortado los accesos que llevan a Amatrice y la entrada al pueblo solo es posible a pie.
Además del centro histórico completamente devastado también muestran daños en las inmediaciones con grandes grietas que se han abierto en las carreteras.
Al seísmo le han seguido diversas réplicas que se han sentido de forma considerable en Roma y también en Nápoles, al sur del país. Los municipios más afectados han sido Amatrice, Accumoli, Pescara del Tronto y Arquata del Tronto, donde se ha registrado los daños humanos y materiales más severos.