La ingeniosa idea de un pueblo para evitar las altas velocidades en carretera
El ayuntamiento de un pequeño pueblo de Escocia ha puesto en marcha una curiosa iniciativa para evitar que los vehículos circulen a altas velocidades
Madrid
Una larga recta que atraviese un pueblo puede ser un gran problema para los habitantes de dicha localidad y una bendición para los amantes de la velocidad.
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Por esa misma razón, desde 2013, el pequeño pueblo de Stirling, cerca de Loch Lomond (Escocia), debate sobre cómo controlar las altas velocidades de los turismos dentro de su poblado.
Prohibido circular a más de 30 millas por hora
Pese a que las señales prohíben circular a más de 30 millas por hora, casi 50 kilómetros por hora, pocos son los conductores que cumplen a rajatabla la velocidad permitida debido a la comodidad de la vía.
En vez de instalar radares u otros sistemas de reducción de velocidad como los badenes, las bandas reductoras o las rotondas, las autoridades locales han decidido llevar a cabo una solución un tanto pintoresca para solucionar el problema.
Una medida más eficaz de noche
Con el objetivo de evitar las altas velocidades en el núcleo urbano, las autoridades han modificado las líneas de la vía para que discurran haciendo zig-zag. Gracias a este método se crea una ilusión óptica en la que parece que la vía tiene curvas cuando realmente sigue siendo una línea recta.
Esta modificación de las líneas se complementa con parches de pintura en los laterales de la vía para completar la ilusión óptica, que es más eficaz de noche.
La oposición, en contra de la medida
¿Es eficaz esta medida? Un estudio de la Universidad de Leeds determina que las marcas curvas en el asfalto ayudan a reducir la velocidad más que las señales verticales o la reducción de la anchura de la vía.
No obstante, la oposición del ayuntamiento de Stirling cree que se trata de una medida poco eficaz. Además, el grupo determina que pintar las vías ha supuesto un 50 por ciento más de coste que seguir un marcado convencional. Sin embargo, esta decisión ha sido más barata que instalar badenes o glorietas.
El ayuntamiento de Wimborne, una localidad situada al suroeste del Reino Unido pintó también sus vías en 2014. Sin embargo, meses después de poner en marcha la medida, tuvieron que retirar la pintura y pedir disculpas puesto que los residentes se quejaron que las curvas eran demasiado pronunciadas.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...