Obama considera "un gran contratiempo" la victoria electoral de Donald Trump

Madrid

Dos horas de reunión en la que Angela Merkel y Barack Obama han dejado constancia de que han sido además de socios, aliados políticos con muy buen feeling, que ocho años han servido para ratificar la confianza el uno en el otro y la cooperación entre ambos países. Los elogios han sobrevolado toda la rueda de prensa en la que Barack Obama no pronunció el nombre de Donald Trump ni una sola vez. Se refería a él cuando le preguntaban como “mi sucesor” o “el presidente electo”.

Tiene esperanzas en que una vez en el cargo, el nuevo ocupante de la Casa Blanca se centre, porque dice Obama, que una vez allí las responsabilidades salomónicas que recaen sobre tus espaldas hace que o te centras o si no no duras mucho en el cargo. No se puede tomar la responsabilidad de ser presidente de los Estados Unidos a la ligera, añadió el mandatario.

Según ha señalado el mandatario norteamericano, el estilo de Trump durante la campaña, no funciona para recuperar la unidad del país y la confianza de la población. El sucesor en el cargo está comenzando a entender este cambio, y cree Obama que irá plasmándose en sus forma y en la formación de su equipo para la próxima administración estadounidense.

Ha tendido la mano a Donald Trump para hacer todo lo posible y ayudarle en ese proceso transicional. La canciller alemana Angela Merkel, ha tenido que salir a defender a su ministro de Economía, que durante la campaña dedicó adjetivos poco halagüeños a Donald Trump, diciendo que eso fue un comentario de campaña electoral y que ahora hay que ponerse serios porque ha llegado la hora de gobernar. Quiere la canciller alemana seguir contando con un aliado fiable en Estados Unidos, aunque ha reconocido que va a ser bastante difícil dado el buen trato que ha tenido durante estos ocho años con Barack Obama.

No toméis la democracia por algo hecho, hay que trabajarla todos los días, ha señalado Barack Obama cuando se le preguntó si aconsejaría a los manifestantes que salen a la calle en Estados Unidos para protestar por la elección de Trump. Está bien manifestarse ahora, pero hubiera estado mucho mejor una mayor participación y trabajar día a día y no esperar al último momento o cuando las urnas ya han hablado.

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Por cierto que el presidente norteamericano, que realizaba su sexta visita a Alemania se ha comprometido a volver cuando ya no sea presidente para poder disfrutar del Oktoberfeast, la fiesta de la cerveza en ese país, sin la rémora del cargo a sus espaldas.