Comisiones Obreras, una organización que lleva en los últimos años lanzando multitud de propuestas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, ha actualizado las cifras de todas esas medidas y ha presentado un documento en el Congreso de los Diputados que –aseguran- podría allegar 70.000 millones de euros al sistema. El secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo, las ha presentado ante la Comisión del Pacto de Toledo (el órgano parlamentario que se ocupa de velar por la Seguridad Social) partiendo de una premisa: «el sistema de pensiones es sostenible», ha asegurado el líder sindical. Para Toxo, «lejos de catastrofismos, el sistema no está en riesgo, porque la sociedad tiene instrumentos y medios para que funcione de manera adecuada». Lo que sí está en riesgo por las consecuencias de la crisis y de las decisiones políticas tomadas hasta ahora es «la calidad de las pensiones», ha dicho el secretario general de CCOO: «lo que está en juego es cómo se aborda un reparto equitativo y justo de los esfuerzos necesarios para su financiación». El líder sindical ha planteado un abanico de medidas cifradas con distinto alcance temporal: unas pueden ejecutarse inmediatamente –dice el sindicato- y otras tendrán efectos a largo plazo. Entre las medidas que aporta el sindicato, se cuentan las siguientes: Destopar las bases máximas de cotización; es decir, quitar el límite a la recaudación de cotizaciones que existe actualmente para los salarios más altos. El sindicato calcula que, gravando las bases que ahora están exentas, la recaudación aumentaría en 7.577 euros anuales. A la vez, el sindicato propone aumentar salarios, de forma que lo que se recauda por las bases mínimas también subirían: hasta 3.470 millones de euros si se logra que la base mínima sea el equivalente al 60% del salario mediano, una aspiración sindical que se alcanzaría subiendo fuertemente el Salario Mínimo Interprofesional. Si las ayudas a la contratación que ahora se pagan «perdonando» al empresario pagos a la Seguridad Social se financiasen con impuestos, el sindicato calcula que el sistema se ahorraría unos 2.500 millones de euros anuales. Además, si el Estado también se hiciese cargo de los gastos de personal de la Seguridad Social (que ahora se pagan también con cotizaciones) se ahorrarían otros 4.000 millones. El sindicato también propone aproximar las bases medias de cotización del régimen de autónomos al del régimen general, acomodando la tributación fiscal de los autónomos para compensar la subida fuerte de cotizaciones que le supondría a gran parte del colectivo una medida como ésta. Financiar las prestaciones de supervivencia (viudedad y orfandad) con impuestos en vez de cotizaciones (una medida que el sindicato lleva proponiendo desde 2013) conllevaría unos ahorros para el sistema de 23.000 millones al año, calculan. Todo ello, unido a las políticas de lucha contra el fraude, de creación de empleo y una subida «temporal» de dos puntos de las cotizaciones sociales (que allegarían 7.000 millones de euros al sistema), sumarían los 70.952 millones que –según los cálculos de CCOO- aportarían sus medidas a las arcas de la Seguridad Social, en forma de ingresos o de menos gastos. «Son medidas al alcance de la economía y de la sociedad española, que no operarían todas ellas en al mismo tiempo y con la misma intensidad», ha concluido Toxo su intervención parlamentaria; «hay tiempo, pero algunas deberían entrar en efecto de inmediato para evitar que continúe el desfase entre ingresos y gastos de la Seguridad Social, con la alarma que eso está generando».