Cuidado con los juguetes ruidosos
Médicos y expertos advierten de que el nivel de ruido de algunos juguetes puede producir lesiones en la audición infantil
Madrid
Es uno de los riesgos a los que los más pequeños se enfrentan sin que los padres sean conscientes del daño que pueden ocasionar. La Organización Mundial de la Salud considera que niveles por encima de los 80 decibelios pueden ser perjudiciales para el oído de los niños, mientras que actualmente en tiendas y comercios hay juguetes que superan los 100 y hasta llegan a los 135 db. Es el caso por ejemplo de algunas pistolas, armas, tambores, luchadores, coches de control remoto, o dinosaurios cuyo rugido puede superar los niveles permitidos. "Estaríamos hablando del mismo nivel de ruido que nos podemos encontrar en un concierto de rock o al lado de un camión en marcha", según explica Isidro Martínez, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios.
Evitar sonidos estridentes
Los especialistas apelan a la responsabilidad de los padres para vigilar que los niños no estén expuestos a ruidos que pueden derivar en lesiones. "Al igual que miramos en las etiquetas para ver si hay piezas pequeñas o que se utilicen a partir de una edad determinada, el tema de los sonidos habría que tenerlo en cuenta, porque la exposición a sonidos muy intensos por encima de los niveles recomendados en edades tempranas, puede derivar en un trauma acústico crónico que tiene efectos irreversibles en la audición. Hay que fijarse que tengan el sello de la CE, que hayan pasado la supervisión correspondiente y evitar los ruidos estridentes", explica José Manuel Morales, otorrinolaringólogo infantil del Hospital La Paz de Madrid.
Recomendaciones de consumo
Aparte del sentido común, la OCU recomienda a los mayores que vayan a comprar juguetes que comprueben el ruido que hace. "Si en la etiqueta o en el envoltorio nos encontramos con la advertencia de que el juguete no puede ser usado cerca del oído debe dar una pista o señal a la hora de la compra. También es aconsejable que el juguete tenga control de volumen para reducirlo a apagarlo", explica Isidro Martínez. Desde la OCU también se alerta de graves fallos de seguridad en juguetes conectados a Internet, como el robot i-Que o Cayla, conocida por "la muñeca espía", que pueden poner en riesgo la privacidad de los menores al interactuar con ellos y ser fácilmente hackeables.